La red social X, antes conocida como Twitter, ha tomado medidas significativas al «eliminar o etiquetar decenas de miles» de mensajes vinculados a la guerra entre Hamás e Israel, según informó la CEO de la empresa, Linda Yaccarino.
Además, la compañía ha cerrado «cientos» de cuentas asociadas a Hamás en un esfuerzo por combatir la proliferación de contenido terrorista en la plataforma.
Respuesta a preocupaciones europeas sobre contenido terrorista
Estas acciones se revelaron en respuesta a una carta de la Comisión Europea dirigida al propietario de X, Elon Musk, que expresaba inquietudes sobre la presencia de contenido terrorista e información falsa en la red social.
X comprometido con eliminar contenido ilegal y violento
En su comunicado, Yaccarino afirmó que X está comprometida a no proporcionar espacio a organizaciones terroristas o grupos extremistas violentos. La ejecutiva detalló que la plataforma realiza esfuerzos proactivos para eliminar cuentas y mensajes en tiempo real.
Multas financieras si no se cumple con eliminación de contenido terrorista
Yaccarino subrayó que X se adhiere a sus políticas internas para eliminar contenido ilegal, incluido el terrorista. Para aquellos contenidos que aunque dañinos no son ilegales, la plataforma implementa advertencias que limitan su alcance.
Contexto y acompañamiento de contenido relacionado con el conflicto
Aproximadamente 700 «notas comunitarias» proporcionan contexto sobre diversos contenidos relacionados con el conflicto mientras otras 5.000 notas acompañan imágenes y videos ampliamente compartidos con información adicional.
Evaluación de respuesta por parte del comisario europeo
La respuesta de X busca abordar las preocupaciones europeas y establecer un compromiso con la seguridad en la plataforma. El comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, está evaluando esta respuesta antes de decidir si inicia una investigación, lo que podría resultar en sanciones financieras si se determina que X no cumple adecuadamente con la eliminación de contenido terrorista, con multas que podrían ascender al 6% de su facturación anual a nivel mundial.