Diego, una famosa tortuga gigante de Galápagos, ha desempeñado un papel crucial en la reproducción en cautiverio de su especie durante casi ocho décadas en la isla Española.
Considerado como el «sex symbol» de las tortugas, Diego ha contribuido significativamente a salvar a su especie.
La llegada y participación en un programa de reproducción
En 1976, Diego llegó a las Islas desde el zoológico de San Diego, razón por la cual lleva ese nombre. Con un peso aproximado de 80 kilos y una altura que puede alcanzar los 1,50 metros si estira bien sus patas y su cuello, fue incluido en un programa de reproducción para la especie Chelonoidis hoodensis.
Un símbolo emblemático para la conservación
Con más de cien años de edad, Diego se ha convertido en un símbolo emblemático para la conservación de Galápagos. Se estima que alrededor del 40% de las tortugas repatriadas a la isla Española son descendientes directos suyos.
Liberación exitosa y cierre del programa
Después de haber contribuido exitosamente a salvar a su especie, Diego fue liberado junto con otros 15 ejemplares adultos (12 hembras y 3 machos) en el año 2020. Esta acción marcó el cierre del programa de reproducción en cautiverio para la especie de tortuga nativa de la isla Española.
Recuperación del hábitat y población local
El Parque Nacional Galápagos informó que una evaluación ecológica realizada en la isla Española reveló una notable recuperación tanto del hábitat como de la población local de tortugas gracias al mencionado programa.
Diego, un testimonio valioso de conservación
Diego es un claro ejemplo del éxito obtenido mediante los esfuerzos dedicados a preservar y proteger las especies en peligro de extinción en Galápagos. Su historia representa un valioso testimonio de la importancia de la conservación y el cuidado del medio ambiente.
