La Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB), en conjunto con las nueve asociaciones departamentales, expresó su total respaldo al dirigente de la Asociación de Periodistas de Santa Cruz, Guider Arancibia. Este periodista fue amenazado por cubrir el caso de una avioneta que cayó en Argentina con 300 kilos de droga.
En este sentido, exigieron que se brinden todas las garantías efectivas y protección especial para que Arancibia pueda seguir desempeñando sus funciones como dirigente y trabajando sin temor. Además, recalcaron la gravedad del caso y consideraron insuficientes las declaraciones del ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo. Recordaron que no se trata simplemente de cualquier persona amenazada, sino un periodista expuesto a riesgos extraordinarios.
Asimismo, resaltaron la importancia del periodismo como un servicio que garantiza el derecho de la sociedad a acceder a información veraz y oportuna. En este sentido, recordaron que los estándares interamericanos obligan al Estado a brindar protección extraordinaria a los profesionales cuyas vidas o integridad física están en riesgo.
Por otro lado, denunciaron el patrón recurrente e impune de violencia contra periodistas y señalaron que hasta ahora el Gobierno no ha tomado medidas para investigar, juzgar y sancionar a los responsables. En este contexto, el líder de Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa, también instó a intervenir lo antes posible para proteger al periodista e investigar las amenazas en su contra.
Arancibia relató que recibió amenazas el miércoles 26 de julio a través de una llamada telefónica de Douglas Lima Lobo, quien presuntamente está relacionado con la familia Lima Lobo, vinculada al narcotráfico según autoridades policiales de Bolivia y Argentina. Además, informó que este individuo se presentó en las oficinas del periódico El Deber buscando a los jefes de redacción para expresar su descontento.
Arancibia había informado el 23 de mayo sobre la caída de una avioneta con matrícula boliviana en territorio argentino, la cual transportaba estupefacientes y pertenecía a un conocido clan del narcotráfico que opera en el país. Ante esta situación, medios argentinos y el Ministerio Público de Bolivia respaldaron dicha información.