En la última sesión de entrenamiento para el Gran Premio de Hungría de Fórmula 1, los accidentes y la lluvia fueron los protagonistas. El piloto mexicano Sergio Pérez, de Red Bull, chocó su automóvil minutos después de comenzar el circuito. Posteriormente, el piloto español Carlos Sainz, de Ferrari, también protagonizó un choque.
Pérez impactó su vehículo entre las curvas 4 y 5 del trazado de Hungaroring. Aunque el choque no tuvo consecuencias para el piloto, el alerón delantero del bólido resultó gravemente dañado. El incidente ocurrió cuando las ruedas traseras del Red Bull chocaron contra el césped, lo que provocó una pérdida de control por parte del piloto. A pesar de sus intentos por evitarlo, terminó estrellándose contra la barrera de contención.
El mexicano llegaba a Hungaroring después de tener un desempeño decepcionante en las competiciones anteriores. Además, se suman los rumores sobre un posible regreso a Red Bull del piloto australiano Daniel Ricciardo, lo que genera tensión tanto en Pérez como en su posición dentro del equipo.
Sin embargo, el choque de Pérez no fue el único incidente durante la sesión. Cuando faltaban 15 minutos para finalizarla, Carlos Sainz perdió el control de su Ferrari a la salida de la curva 3 e intentó detenerse pero quedó atrapado al borde de la pista debido al desnivel en la banquina. Afortunadamente ni él ni su automóvil sufrieron daños. La lluvia fue uno de los factores que afectaron a los pilotos y al circuito, ya que además de los incidentes mencionados, provocó que solo 13 pilotos marcaran tiempos en una sesión desordenada. Incluso algunos pilotos, como Verstappen, optaron por no acelerar debido a las condiciones climáticas adversas.
