Esta jornada, el viceministro de Control Social y Sustancias Controladas, Jaime Mamani, reveló que la avioneta que descendió en territorio argentino fue secuestrada anteriormente por autoridades bolivianas, sin embargo, la misma fue devuelta a su dueño tras una extraña decisión de un fiscal.
La avioneta cayó el martes 18 de julio y llevaba consigo 324 kilos de cocaína. Sus ocupantes fueron evacuados inmediatamente del lugar, por lo cual, agentes que investigan el hecho no alcanzaron a encontrar personas en el sector del siniestro.
Según Mamani, la misma aeronave fue detectada por radares. Se conoce que el 23 de mayo de este mismo año la avioneta salió de Bolivia hacia Paraguay.
Con esta información, los efectivos antidroga se constituyeron a Puerto Suárez, en el departamento de Santa Cruz y procedieron al precinto y secuestro de la aeronave.
Sin embargo, el viceministro señaló que el 13 de junio, un fiscal requirió que el microaspirado de la aeronave sea realizado por el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), dependiente de la Fiscalía, y no por el Centro de Investigaciones Técnico Científico en Toxicología y Sustancias Controladas (Citesc). Calificó el hecho como extraño.
“El 13 de junio de manera extraña, el fiscal mediante requerimiento fiscal dispuso que el laboratorio químico del IDIF lleve a cabo el microaspirado de la aeronave y no el Citesc, que es dependiente de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), como ha realizado en reiteradas oportunidades”, observó Mamani en entrevista con Erbol.
Según el informe del IDIF, la avioneta dio negativo para sustancias controladas en el microaspirado.
El 28 de junio, mediante requerimiento fiscal, se dispuso la devolución de la aeronave a su propietario, identificado como Nilo L.T., según el registro de Aviación Civil.
