Williams Alexander Tapón, el jugador que agredió al árbitro en un torneo amateur, se quitó la vida el pasado lunes por la noche. Este individuo había sido sancionado de por vida por la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide), lo que le impedía asistir a estadios en la provincia de Buenos Aires y participar en cualquier torneo de fútbol.
Después de que las imágenes del ataque se viralizaran en redes sociales, la Aprevide decidió prohibirle el acceso a los campos deportivos e intentar, a través del sistema judicial, evitar que vuelva a participar en campeonatos futbolísticos.
«Se le aplicará el derecho de admisión de por vida para ingresar a espectáculos deportivos en la Provincia de Buenos Aires», informó el organismo.
El árbitro agredido, Cristian Paniagua, presentó una denuncia y afirmó que su agresor pudo haberlo matado. Horas más tarde se supo que Tapón se había quitado la vida cuando los agentes policiales iban a detenerlo.
Los cargos que enfrentaba eran por homicidio agravado por alevosía en grado de tentativa durante un evento deportivo.
Por su parte, Paniagua aún experimenta dolores en el cuello y tensión en la cabeza como consecuencia del incidente. Además, aseguró estar pasando por un momento difícil desde aquel episodio.
«Pensé que era solo una expulsión más. No vi venir el ataque. Cuando vi el video me di cuenta de que él se acercaba desde atrás. Traté de esquivar los golpes pero caí. No esperaba los golpes de él, sino del jugador que había expulsado», manifestó el árbitro.
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