Al menos 11 niños mueren o desaparecen diariamente al intentar cruzar la peligrosa ruta migratoria del mar Mediterráneo central para llegar a las costas europeas desde el Norte de África, según denunció el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Desde 2018, aproximadamente 1.500 personas menores perdió la vida o están desaparecidos en esta ruta migratoria, lo que representa aproximadamente el 20% de las personas desaparecidas en ese camino hacia Europa.
Esos datos se basan en los registros del Proyecto de Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que revelan que un total de 8.274 personas desaparecidas en esta ruta durante los últimos cinco años.
En los últimos meses, tanto niños como bebés perdieron la vida en diversas rutas migratorias que atraviesan el Mediterráneo y también en la ruta atlántica desde África Occidental. Esto incluye tragedias recientes frente a las costas de Grecia y las Islas Canarias españolas.
La directora de Unicef, Catherine Russell, destacó que muchos niños se embarcan en las costas del Mar Mediterráneo con el objetivo de encontrar seguridad, reunirse con sus familias o buscar un futuro más esperanzador. Sin embargo, lamentablemente muchos perdieron la vida o desaparecieron durante el trayecto.
Russell enfatizó la necesidad urgente de establecer vías seguras y legales para que los niños accedan a servicios de asilo y fortalecer las operaciones de rescate en el mar.
Según cálculos realizados por Unicef, desde enero de 2023 llegaron a las costas de Italia 11.600 menores, lo que equivale a un promedio de 428 niños por semana, más del doble que en el mismo período del año anterior. La mayoría parte de Libia y Túnez después de realizar peligrosos viajes desde otros países de África y Oriente Próximo.
Durante el primer trimestre del año se registraron 3.300 niños llegados a Europa a través de esta ruta, representando el 71% del total. Estos niños llegan acompañados o separados de sus padres o tutores legales, lo que los expone a un mayor riesgo de violencia, explotación y abuso. Esta situación es aún más grave para las niñas, quienes enfrentan mayores peligros antes, durante y después del viaje.
Ante esta alarmante situación, Unicef hizo un llamado a los gobiernos para brindar mayor protección a los menores migrantes, coordinar mejor las operaciones de rescate y trabajar en los países de origen para reducir la cantidad personas que se ven obligadas a huir.
La organización también lamentó la escasez de vías seguras para que los niños puedan desplazarse con seguridad, así como la falta acceso a protección en los países por donde pasan y la insuficiencia y lentitud en las operaciones búsqueda y rescate. Por todo ello, insta a los gobiernos a tomar medidas urgentes para proteger mejor tanto en el mar como en sus países origen, tránsito y destino.
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