La crometofobia, un trastorno psicológico irracional relacionado con el dinero, es poco conocida, pero puede tener efectos negativos en la vida personal y profesional de quienes la padecen.
Según expertos, esta fobia puede generar ansiedad en la gestión de la economía.
La psicóloga Luciana Moretti explicó que la crometofobia se manifiesta como un miedo excesivo a llevar dinero en efectivo, tarjetas u objetos de valor, e incluso al miedo a gastarlo. Esto puede llevar a comportamientos anormales como contar compulsivamente el dinero o controlar constantemente el saldo bancario.
Moretti señaló que esta fobia puede provocar inquietud extrema al pensar o hablar de dinero, manifestándose físicamente con síntomas de ansiedad como taquicardias y respiración agitada. En casos extremos, puede llegar hasta ataques de pánico.
Las causas de este miedo irracional pueden estar relacionadas con experiencias adversas vinculadas al dinero, como endeudamiento o pérdidas económicas significativas.
También pueden influir creencias culturales familiares que asocian el dinero con sentimientos negativos como culpa o vergüenza.
Esta fobia puede afectar las relaciones sociales, llevando a evitar situaciones donde se deba gastar dinero y alejarse de amigos y actividades recreativas. Además, puede generar comportamientos obsesivos como contar repetidamente el dinero o revisar constantemente el saldo bancario.
En casos graves, la crometofobia puede llevar a evitar tocar monedas y billetes u objetos relacionados con el dinero e incluso postergar pagos importantes.
Esto último podría resultar en multas o problemas legales por deudas no pagadas. Además, puede llevar al aislamiento social y afectar la salud al no cubrir necesidades médicas o relacionadas con el bienestar personal.
El tratamiento para la crometofobia requiere la intervención de un profesional que aborde el trastorno como una fobia. El paciente deberá identificar las señales de ansiedad y los mecanismos de miedo, comprender su origen y enfrentar gradualmente el miedo.
Es importante destacar que aunque la crometofobia no está reconocida oficialmente como un trastorno psicológico en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), su impacto en la vida cotidiana de quienes lo padecen es real.
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