Realizar ejercicio físico no solo es beneficioso para nuestra salud física y mental, sino que también es importante conocer cuál es el mejor momento del día para establecer una rutina de ejercicios y activar nuestro metabolismo.
Según una reciente investigación realizada por expertos de la Universidad de Loughborough en el Reino Unido, hacer ejercicio por la mañana de manera constante resulta ser la mejor opción.
El debate sobre cuál es la mejor hora del día para realizar ejercicios ha sido constante entre deportistas, personas que asisten al gimnasio y aquellos que buscan mejorar su condición física.
Para responder a esta pregunta, los investigadores llevaron a cabo un experimento cuyos resultados fueron publicados en la revista Appetite.
El informe reveló que realizar ejercicios por las mañanas arrojaba mejores resultados. Además, se recomendó dedicar al menos una hora a esta actividad física, ya que esto ayudaría a crear un hábito a largo plazo.
Los investigadores descubrieron que las rutinas matutinas también contribuyen a formar hábitos, regularse uno mismo y pueden ser más ventajosas en cuanto al apetito y comportamiento alimentario.
Alice E. Thackray, autora del estudio, señaló que el grupo de personas que realizó ejercicios matutinos presentó mayores reducciones en la ingesta de grasas y carbohidratos en comparación con el grupo vespertino.
También hubo una tendencia hacia una menor ingesta total de calorías en el primer grupo.
«Los resultados sobre los efectos agudos del momento del ejercicio en la alimentación entre adultos con sobrepeso/obesidad también indican un beneficio del ejercicio matutino para sentir saciedad», añadió Thackray.
La investigación también reveló que el horario destinado para realizar las rutinas físicas puede influir en el peso debido a procesos fisiológicos, como una mayor oxidación de grasas, el ritmo circadiano y los patrones de sueño.
Según la especialista, los ejercicios matutinos son beneficiosos porque la hormona de la felicidad llamada serotonina está en su nivel más alto durante las horas de luz solar, lo que nos brinda energía después de una buena noche de sueño. Por otro lado, por la noche los niveles suelen estar reducidos.
David J. Stensel, colega de Thackray y segundo autor del estudio, explicó que el ejercicio intenso influye mucho en el apetito; sin embargo, aún se necesita investigar más sobre la influencia a corto plazo del ejercicio en los circuitos cerebrales relacionados con la alimentación.
Añadió que las personas responden al ejercicio con cambios en el sistema de control del apetito, lo cual lleva a suprimirlo y mantener un déficit energético inducido por el ejercicio realizado durante el día.
En conclusión, esta investigación respalda la idea de que hacer ejercicio por las mañanas es beneficioso para nuestra salud física y mental.
Además, ayuda a regular nuestro apetito y comportamiento alimentario. Sin embargo, es importante destacar que cada persona puede tener diferentes reacciones ante esta situación y se necesitan más estudios para comprender mejor cómo afecta a cada individuo.
El ejercicio sigue siendo una estrategia universal para inducir un déficit energético a corto plazo y mejorar nuestra condición física.
/WMC