El FOMO, o miedo a perderse algo, es un síndrome psicológico que se relaciona estrechamente con el uso excesivo de las redes sociales y la tecnología. Esta patología provoca ansiedad social debido a la impresión de que los demás están teniendo experiencias gratificantes sin nosotros. Por lo tanto, se genera una necesidad constante de estar conectados y un miedo irracional a perderse algo.
Los jóvenes son los más afectados por este síndrome debido al tiempo que pasan conectados en las redes sociales. Los profesionales especializados en tratamiento para adicciones, estrés y ansiedad en Orbium explican que «la adicción a las redes sociales e internet en general se ha convertido en uno de los principales problemas entre la población joven actual». El fenómeno FOMO hace referencia a la necesidad irresistible de estar continuamente conectados y participar activamente.
Las personas que sufren del síndrome FOMO pueden sentirse conectadas al grupo al ver lo que hacen los demás con su vida, pero esto también puede provocar sentimientos de exclusión y soledad. Además, estos pensamientos generan baja autoestima y tristeza que pueden acabar en angustia, ansiedad e incluso depresión.
Los especialistas identifican algunos síntomas del FOMO como consultar las redes al despertarse y antes de dormir; utilizar las redes sociales como principal actividad cotidiana; ignorar relaciones reales por la interacción virtual; ansiedad por no participar o sentirse excluido; estrés asociado a experiencias negativas con otros usuarios (haters o acoso).
El FOMO puede disminuir la motivación académica o laboral, aparecer problemas de autoestima, autoconcepto e incluso de imagen personal. Aunque se alivia el malestar con la interacción en las redes, solo es a corto plazo y puede haber problemas para relacionarse con otras personas en la vida real.
Desde Orbium indican que se puede evitar que los jóvenes sufran el síndrome FOMO mediante la educación, vigilancia y corrección del «uso desadaptativo de las plataformas digitales». Además, es necesario fomentar habilidades sociales y autoestima desde la infancia.