El aburrimiento es un sentimiento que muchos evitan a toda costa, especialmente con actividades digitales como el uso del celular o la computadora. No obstante, los expertos señalan que aburrirse tiene múltiples beneficios para la salud mental.
Entre los beneficios del aburrimiento se encuentran: potenciar la creatividad, mejorar la comunicación interna, reducir niveles de estrés y aumentar el deseo. A pesar de esto, muchas personas asocian este sentimiento con depresión.
La doctora Gabriela Goldstein, psicoanalista y presidente de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), indica que «el aburrimiento se vuelve una capacidad de estar a solas pero no en soledad y en un descanso de los híper-estímulos de la vida cotidiana para poder desear y generar otras cosas».
Por su parte, el doctor Juan Eduardo Tesone recomienda a las personas reflexionar y conectarse consigo mismas cuando se sienten aburridas.
Los expertos también advierten sobre el peligro del exceso de tiempo en internet o redes sociales para evitar el aburrimiento. La profesora asociada de Psicología en la Universidad Central Lancashire del Reino Unido, doctora Sandi Mann, explica que «estamos perdiendo la habilidad de tolerar la repetición y la rutina de la vida cotidiana».
Para combatir este problema, se recomienda hacer un refresh del cerebro tratando de generar tiempo libre, meditar y lograr desconectarse.
Según los expertos, el aburrimiento potencia la creatividad ya que grandes científicos e investigadores han tenido ideas en momentos de meditación, relajación o aburriéndose.
Además, el aburrimiento favorece las relaciones humanas ya que cuando estamos ocupados física o mentalmente no prestamos atención a las conversaciones del ambiente; mejora la salud mental en general; aumenta la productividad y el ocio podría ser positivo si se usa para analizar planes futuros o acciones que mejoren nuestra vida; ayuda a la autorreflexión; y puede ser un factor fundamental para alcanzar la felicidad.
Un estudio realizado por la Universidad Estatal de Washington señala que cómo enfrentamos el aburrimiento es muy importante. La investigación indica que las personas que aceptan mejor este sentimiento son más felices mientras aquellas que no son más propensas a sentir ansiedad.
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