La salud del corazón y la del cerebro están estrechamente relacionadas, especialmente en las personas mayores. Según la Asociación Estadounidense de Personas Jubiladas (AARP), controlar la presión arterial alta, hacer ejercicio regularmente y adoptar hábitos que mejoren la salud cardiovascular también tienen importantes beneficios para el cerebro.
Un estudio realizado en Finlandia, evidenció que las personas con los mejores puntajes cardiovasculares en la mediana edad ,redujeron hasta en un 40 por ciento su riesgo de desarrollar demencia, en comparación con aquellos que tenían las peores calificaciones.
En otra investigación realizada por profesionales suecos se descubrió que cuanto más rápido las personas desarrollaban factores de riesgo cardiovascular, mayores eran sus probabilidades de sufrir alzheimer y demencia.
El cardiólogo y director del Instituto Cardiovascular San Isidro en Argentina, Mario Boskis explicó: “Los mismos factores de riesgo capaces de enfermar las arterias que irrigan al corazón, generando arterioesclerosis y posibilitando un infarto de miocardio, también pueden obstruir las arterias del cerebro y generar un infarto cerebral conocido como accidente cerebrovascular”.
Por su parte, el médico neurólogo encargado del área de enfermedades cerebrovasculares del Instituto de Neurociencias del Hospital Alemán, Ariel Bustos afirmó: “Un buen funcionamiento del corazón asegura el flujo normal de la sangre al cerebro”. Además destacó que ambos órganos pueden ser afectados por condiciones similares como hipertensión arterial, diabetes mellitus, colesterol alto, tabaquismo falta de actividad física y obesidad.
La medicina ya es capaz de prolongar la buena salud del corazón con nuevos procedimientos como la angioplastia coronaria, que consiste en destapar una arteria obstruida y colocar un stent. Sin embargo, la prevención sigue siendo lo más importante para garantizar una buena salud mental y vascular en la vejez.
“Es fundamental mantener una alimentación sana y equilibrada, realizar actividad física regularmente, no fumar, evitar el consumo excesivo de alcohol y dormir adecuadamente. También es muy importante intentar disminuir el nivel de estrés”, dijo Bustos y recomendó acudir periódicamente al médico para realizar controles de salud.
El cardiólogo sugirió controlar constantemente la presión arterial, conocer los niveles de colesterol y azúcar en la sangre y tratarlos si están elevados. Finalmente se debe comenzar con una dieta hipocalórica que permita reducirlo a un valor saludable.
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