El Presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, disolvió la Asamblea Nacional mediante un decreto emitido este miércoles 17 de mayo. La medida adelanta las elecciones legislativas y presidenciales, tal como advirtió previamente el mandatario.
En su discurso, Lasso afirmó que ser Presidente es un honor sin comparación y que implica tomar decisiones adecuadas y necesarias para cada momento histórico.
«Hoy es un día en el que tengo una obligación de dar una respuesta a la crisis política que tiene entrampado el Ecuador», manifestó.
Lasso firmó el decreto menos de 24 horas después del arranque del juicio político en su contra por blanqueo de capitales derivado de un acuerdo firmado por la empresa pública Flopec durante el Gobierno anterior. El contrato sigue vigente y causó al país un perjuicio económico estimado en unos 6,1 millones de dólares según la Contraloría.
El mandatario consideró que el Parlamento, dominado por la oposición, tiene como proyecto político desestabilizar al Gobierno, a la democracia y al Estado.
«Han sido incapaces de encontrar prueba alguna en mi contra porque no hay nada que encontrar, absolutamente nada», sentenció a tiempo de defender su inocencia.
La medida deja margen al Gobierno para aprobar decretos urgentes económicos y Lasso ya confirmó uno con una rebaja fiscal pendiente ahora de revisión constitucional.
Los ecuatorianos estarán llamados nuevamente a las urnas para designar diputados y Presidente para completar los respectivos periodos gubernamentales.
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