Al Nassr, con Cristiano Ronaldo como bandera, acababa de igualar 1-1 ante Al Khaleej, el antepenúltimo clasificado en la tabla de posiciones de la Saudi Premier League. El delantero, de 38 años, enseguida se vio rodeado por rivales que le pidieron su casaca; enseguida se la quitó y accedió. Sin embargo, el asedio de sus contendientes en medio del fastidio por las dos unidades dilapidadas que relegaron a su equipo en la lucha por el título, sacaron su peor versión.
Es que cuando un auxiliar del elenco adversario se arrimó para intentar tomarse una selfie con el astro, le puso la mano izquierda en el hombro y lo acompañó en la caminata, el punta reaccionó intempestivamente: lo empujó para sacárselo de encima, le dedicó unas palabras poco amables y se alejó de la escena, dejando tieso a su interlocutor, con gesto de incredulidad.
Fabio Martins abrió el marcador para la visita en el inicio del cotejo, mientras que Álvaro González empató a los 17 minutos de la primera etapa. Luego, Al Nassr (que contó como titular al portero ex Boca Agustín Rossi) convirtió en figura al arquero Marwan Al Haidari, que recibió el premio a MVP del choque, pero no pudo vulnerarlo.
CR7 lleva 12 goles en 15 partidos desde que desembarcó en Arabia, pero su producción no fue suficiente para sostener a su conjunto en la cima del torneo, que le arrebató Al Ittihad, que estiró a cinco puntos la diferencia respecto a su adversario, con apenas cinco fechas pendientes para el final de la competencia. Bonus track: tiene un partido menos. Así, todo se encamina a que el portugués cerrará su primera temporada en Asia sin títulos.