Tras las denuncias sobre actos irregulares en Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) hechas por el exministro, Carlos Romero, la también exautoridad gubernamental, Teresa Morales, denunció nuevos supuestos hechos de corrupción en la estatal petrolífera, durante una conferencia de prensa realizada este miércoles en La Paz.
Pidió que el presidente ejecutivo interino de esta empresa, Armin Dorgathen Tapia, y el ministro de Hidrocarburos y Energía, Franklin Molina, respondan por todas estas denuncias y no escapen del pueblo boliviano.
Morales hizo énfasis en la importación de gasolina, para lo que mostró gráficos que mostraban, cómo el movimiento de importaciones de este combustible se disparó desde el 2021, cuando el parque automotor solo creció un cinco por ciento por año aproximadamente.
En cuanto al diésel, explicó que Bolivia produjo 696 millones de litros en 2022, sin embargo, se consumieron 2.289 millones de litros; ante este aparente déficit, debería haberse importado 1.592 millones de litros, pero se hicieron movimientos por 2.460 millones de litros.
“Bolivia no tiene capacidad para almacenar esa cantidad ¿Dónde están esos casi 900 millones de litros que importaron en demasía? (…) Segundo, cuánta plata nos ha costado a los bolivianos (…) ¿Yacimientos ha perdido esa plata? O entonces dónde está ese diésel”, declaró la exministra según informaron medios de comunicación.
De acuerdo a sus estimaciones, a este paso YPFB estaría quebrando en un año, debido a una pérdida económica mayor a 1.600 millones de dólares, cifra que respaldó con los datos que presentó.
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