El cívico potosino, Juan Carlos Manuel, es el primer perseguido político muerto en la clandestinidad, durante el Gobierno de Luis Arce como Presidente, declararon la jornada pasada desde el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade).
Además, adelantaron que el caso será presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el 3 de febrero, durante una audiencia virtual con la comisionada de ese ente internacional, Julissa Mantilla Falcón, informó la red de noticias Erbol.
El dirigente del Conade, Manuel Morales, afirmó que Juan Carlos no iba a sobrevivir lejos de su familia y padeciendo enfermedades de base como diabetes y presión alta, situación que se agravó por el olvido de sus dirigentes.
Según su criterio, a diferencia de otros bolivianos exilados que reciben atención médica, los clandestinos viven con el miedo de ser delatados por la gente, e incluso por los médicos, quienes pueden ser presionados para dar información o estar directamente relacionados con el partido en función de Gobierno.
Además, Morales expresó su desacuerdo con las declaraciones del ministro de Justicia, Iván Lima, quien afirmó que las categorías de clandestinidad y perseguido político no son aceptadas por la legislación boliviana, y que solo tienen la finalidad de buscar impunidad para gente que no quiere rendir cuentas ante la justicia.
En respuesta, el dirigente argumentó que los términos de clandestinidad y perseguido político se usan para reflejar la realidad de algunas personas que no puede ser ignorada, solo por el simple hecho de que no figuran en la normativa boliviana, por lo que afirmó que Lima se equivoca.
En una carta que circuló en diciembre de 2021, el cívico fallecido dijo que estaba siendo víctima de procesos judiciales inventados por el Gobierno, por lo que afirmó que tenía la conciencia tranquila.
A Juan Carlos Manuel se lo acusó de participar en la quema del edificio del Tribunal Departamental Electoral de Potosí durante los conflictos del 2019, que derivaron en la renuncia de Evo Morales a la presidencia del Estado.
En su misiva, pidió a los bolivianos unirse para evitar que este u otro Gobierno use las leyes para someterlos, y que se sería un pecado dejar a las futuras generaciones sin libre expresión, democracia y la libertad.
/ LMPT
