El Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, este viernes dijo sentirse orgulloso por la expulsión de su embajador en Perú, Pablo Monroy, y aseguró que tanto él como los familiares del expresidente peruano Pedro Castillo están seguros en Ciudad de México.
Asimismo, el mandatario agradeció la labor de Monroy como Embajador en Perú.
“Es un timbre de orgullo representar a México en una situación de conflicto y poner en alto el principio de derecho de asilo», refirió al trabajo del Embajador tras sacar del país a los familiares de Castillo después de que este fuese detenido a principios de diciembre, luego de anunciar la disolución del Congreso y convocar elecciones.
La llegada a México de la esposa de Castillo, Lilia Paredes, y sus dos hijos, Arnold y Alondra, fue confirmada el pasado jueves por el ministro de Asuntos Exteriores, Marcelo Ebrard.
«Nuestro país ha honrado su tradición de asilo», destacó.
Para López Obrador el arresto de Castillo supone un golpe del conservadurismo y de los mandamás de Perú, que al igual que en México y en otros países son clasistas, racistas y muy corruptos, y solo aspiran al control de intereses económicos de sus países.
Por otra parte, el pasado miércoles, el primer ministro de Perú, Alberto Otárola, confirmó que Paredes, está siendo investigada en la nación andina por un presunto delito de organización criminal.
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