Escuchar el clamor general de un pueblo cansado que pide paz y una pronta solución al conflicto por el Censo es lo que pidió la presente jornada el arzobispo emérito de la ciudad de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti, a las autoridades del Gobierno nacional.
La autoridad eclesiástica celebró la eucaristía en reemplazo del arzobispo de Santa Cruz, René Leigue, manifestó que la construcción de la paz implica romper con el mal, liberar el corazón de odio y rencor, evitar las palabras o acciones que inciten a la violencia y dejar caer de las manos las armas fratricidas, según informó la red de noticias Erbol.
Además manifestó que, de acuerdo a su responsabilidad y oficio, todos deben ser constructores de la paz priorizando el bien común, especialmente las autoridades e instituciones del Estado, a quienes pidió que escuchen la voz de un pueblo sufrido y cansado que solo pide una rápida solución al conflicto por el Censo.
Afirmó que la gente pide respeto a la vida y una convivencia en paz, y no amenazas, grupos de choque o confrontaciones que dejan secuelas de dolor, heridos e incluso muertos.
Ante el escenario que vive el país, manifestó que el ejercicio del poder político no debe estar al servicio de acciones autoritarias y autocráticas, sino por el contrario, debe regirse al servicio del pueblo.
Durante la homilía de este domingo, recordó que Jesús quien, al momento de ser acosado por sus verdugos, dijo que venía a instaurar el reino del Padre, el de la verdad, la vida, de la santidad y de la gracia.
De igual forma reflexionó que el reino de la justicia, del amor y la paz son las rocas sobre las cuales se deben construir las relaciones pacíficas y perdurables con Dios, entre las personas y con el prójimo.
Finalmente, el sacerdote señaló que ese reino de la paz de Dios es para que todos sus hijos tengan vida plena y convivan en fraternidad y solidaridad, lo que justamente necesita el país en este momento, sentenció.
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