Mijaíl Gorbachov, quien fue el último Presidente de la Unión Soviética antes de su disolución en 1991, murió a los 91 años este martes, después de enfrentar una larga enfermedad, según informaron las agencias de noticias estatales rusas.
El anuncio fue hecho por el personal del Hospital Clínico Central, donde el exmandatario estaba internado.
El político nació en el 2 de marzo de 1931. En 1985, mientras se desempañaba como secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, asumió el poder del grupo de naciones conocida como la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Su gestión de Gobierno se caracterizó por dos reformas históricas, la “Glástnost”, que significa transparencia en ruso y estaba enfocada en acabar con la opacidad del régimen soviético; y la “Perestroika”, entendida como reestructuración y concentrada en abrir la economía al mercado.
Estas reformas políticas y económicas jugaron un papel clave en la URSS, y también significaron la conclusión de la Guerra Fría, lo que le hizo ganar el premio Nobel de la Paz.
“Empecé estas reformas y mis estrellas guía fueron la libertad y la democracia, sin derramamiento de sangre. Así el pueblo dejaría de ser un rebaño dirigido por un pastor y se convertirían en ciudadanos”, dijo en aquel entonces.
Tras el intento de golpe de Estado en agosto de 1991, perpetrado por una cúpula del Comité para la Seguridad del Estado (KGB) y del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), su posición política quedó muy debilitada.
Gorbachov dimitió en diciembre de ese mismo año y disolvió el comité central, lo que resultó en que un día después, el 25 de diciembre, la Unión Soviética dejara de existir.
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