Tras siete años de encarcelamiento y un repentino traslado a la cárcel de Palmasola, la exdirectora del Fondo Indígena, Elvira Parra, expresó su desesperación por la situación que atraviesa en tribunales, con múltiples procesos en varios departamentos y que la mantiene alejada de su familia.
Parra, al igual que Marco Aramayo, estuvo a cargo del Fondo Indígena y fue enviada a la cárcel en 2015 por las irregularidades detectadas con los recursos destinados a proyectos que no se concretaron.
La exdirectora manifestó que tuvo ofertas de someterse a juicio abreviado, pero no las acepta, porque sería admitir una culpa, cuando ella sostiene no haber cometido malversación.
“Aunque me tengan que sentenciar, pisoteando mis derechos, voy a seguir, no voy a aceptar juicio abreviado”, afirmó en una entrevista con La Mañana en Directo de ERBOL.
Pretende enfrentar los procesos en su contra, pero su situación de salud se deterioró debido a que enfrenta problemas de diabetes y presión.
A eso se suma que está lejos de su familia por una decisión judicial. Parra estaba detenida desde 2015 en La Paz, cerca de su esposo e hijos, pero de manera repentina un juez de Santa Cruz decidió remitirla a Palmasola en mayo de este año.
Además contó que realizó 50 viajes a Santa Cruz para enfrentar audiencias, ella había regresado a La Paz sin mayores problemas, pero en esa ocasión el juez decidió encarcelarla en el departamento cruceño.
A través de una carta, lamentó que de repente se la encarcele en Santa Cruz, sin tomar en cuenta su situación de salud y familiar.
Cuando la mandaron a Palmasola, señaló que tenía pocas provisiones y vestimentas. También se quejó de las constantes suspensiones de audiencias, que impiden solucionar los procesos.
“Sólo le pido a dios que ya no se suspendan más audiencias (…) me encuentro muy desesperada de retornar a mi lugar de origen para dar continuidad a otros procesos supuestamente en mi contra”, señaló la exdirectora.
En la entrevista, describió su situación emocional: “Me estreso fácilmente, me desespero y prácticamente me afectan los nervios, porque me desespera estar lejos de mi familia”.
Asimismo declaró que en Palmasola no tiene visitas y se mantiene con pocos implementos de ropa.
Por otro lado acusó al juez Juan José Coronado de buscar constantemente motivos para suspender audiencias porque según ella, la autoridad judicial actúa así porque anteriormente le rechazo una oferta de juicio abreviado.
“Pienso que se hacen la burla de mí”, lamentó la exdirectora del Fondioc. Para no dar un paso al costado en los procesos, Parra manifestó que tuvo que acogerse a Dios. “Me da pena, pero estoy en manos del Señor y no me voy a apartar de él”, manifestó.
LE SOPRPRENDIÓ LA MUERTE DE ARAMAYO
Parra enfrenta una situación similar de Marco Aramayo, con decenas de procesos en su contra y la imposibilidad de defenderse en libertad a pesar de la retardación de justicia.
Aramayo falleció en abril, por el deterioro en su salud. Dijo que le causó sorpresa la muerte de Aramayo, porque junto a él viajó en más de 50 oportunidades de La Paz a Santa Cruz para asistir a audiencias.
Relató que en abril, antes de su muerte, Aramayo tomó de la mano a un juez y se puso a lagrimear, al preguntarle “¿cuándo va a acabar esta pesadilla?”.
/ABH