Debido a la falta de herramientas de trabajo en el Instituto Nacional de Estadística para realizar la cartografía, el Gobierno confirmó este fin de semana que hay retrasos en los procesos. El Censo está previsto para el 16 de noviembre de este año.
El viceministro de Autonomías, Álvaro Ruiz, detalló que el INE aún no dispone de los dispositivos móviles (tablets) para realizar la cartografía y recalcó que lo más preocupante es que los actualizadores aún no se desplazaron a las áreas rurales y regiones alejadas del país, reportó el diario El Deber.
“Hay algunos retrasos en los temas tecnológicos. Estamos con corto de tiempo para que lleguen algunos equipos tecnológicos, pero se está trabajando en eso para tratar de llegar al 16 de noviembre. La cartografía más avanzada que tenemos es en las ciudades, donde tenemos mayor retraso es en las áreas rurales”, señaló.
Postura de Planificación
Por su parte, el ministro de Planificación, Sergio Cusicanqui, resaltó cuatro factores de riesgo contemplados durante la planificación del proyecto censal “que pudieran incidir en un incumplimiento del cronograma inicial”.
“(La) restricción de producción y comercialización de equipos tecnológicos iniciado por la pandemia, se ha producido una crisis de transporte y comercio en el mundo que afecta a los países del mundo porque se han encarecido los precios y esto se agudizó con la guerra entre Rusia y Ucrania”, manifestó.
Asimismo, sostuvo que existe un “alto nivel de politización” del Censo, conflictos de límites y la nueva “ola” del Covid-19, lo cual podría modificar el normal avance del proceso censal.
Fundación Jubileo
Por su parte, el director de la Fundación Jubileo, Juan Carlos Núñez, remarcó que el INE prometió agilidad en el trabajo de campo, ya se tenía la tecnología avanzada para garantizar un trabajo de calidad, pero ahora la falta de equipos o la demora de su llegada no permitiría cumplir los plazos.
“(La falta de equipos) es un tema más preocupante aún porque si no tenían estos avances tecnológicos no podían haber cumplido con la temporalidad porque varios expertos en estadística dijeron que se tardaría un año en la actualización cartográfica y se había esperado que estos avances tecnológicos permitan recortar el tiempo sin perder la calidad”, indicó.
Ante la situación, instó a las autoridades a “no solo expresar preocupación ante esta demora” sino dar claridad a la población sobre cómo se están planificando y resolviendo estas dificultades.
Entre los problemas resaltó la poca información con una boleta censal desconocida, demoras en la cartografía y la falta de capacitación a los encuestadores.
“Hay que velar la calidad del Censo que debe ayudar a tomar decisiones y a concertar con la sociedad y todos los actores. Si garantizar la capacidad de calidad de la realización del censo tiene que llevar a una postergación, pues que lo digan, pero de forma planificada y no puede quedar sin fecha y debe haber compromisos”, afirmó.
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