Corea del Sur lanzó este martes con éxito su cohete espacial denominado “Nuri”, lo que implica un importante paso para convertir al país asiático en potencia espacial y puede depararle nuevos avances en el terreno militar.
El país surcoreano se convierte así en uno de los diez países capaces de poner un satélite en órbita con tecnología propia y también en uno de los siete que pueden colocar en el espacio satélites de más de una tonelada, junto a Rusia, Estados Unidos, Francia, Japón, China e India.
El cohete se lanzó desde el Centro Espacial Naro, a unos 350 kilómetros al Sur de Seúl, y la tercera fase del mismo logró desplegar su carga útil en la órbita terrestre baja, a unos 700 kilómetros de altura, 16 minutos después de despegar.
Entre esta carga útil se tiene un satélite simulado de 1,3 toneladas y otro de verificación, que carga con cuatro nanosatélites de investigación académica y cuya señal se captó con éxito en la estación surcoreana de comunicaciones Rey Sejong, situada en la Antártida, según reporte del portal Swissinfo.
En su primer lanzamiento de octubre, este proyectil, desarrollado y fabricado íntegramente en Corea del Sur, completó su secuencia de vuelo, pero no logró desplegar entonces el satélite simulado que portaba por un problema en la fijación de un tanque de helio que gripó el motor de la tercera fase.
El lanzamiento de hoy, que estaba previsto originalmente para la semana pasada, tuvo que retrasarse debido, primero, a los fuertes vientos, y, después, a un fallo en el funcionamiento de un sensor.
Pero esta jornada, todo acompañó, incluido el buen tiempo, que animó a docenas de curiosos a acercarse hasta una plataforma de observación del Centro Espacial para ver al cohete despegar e incluso desprenderse con éxito de su primera fase a una altura de 62 kilómetros antes de seguir ascendiendo y perderse de vista.
La tecnología de este cohete, es básicamente la de un misil balístico de alcance medio (aquellos con un alcance de entre 3.000 y 5.000 kilómetros) y, aunque el ejército surcoreano puede “golpear” todo el territorio norcoreano con sus misiles Hyunmoo (800 kilómetros de rango), Washington levantó el 2021 el veto que durante décadas pesó sobre Seúl en lo referente al rango y peso de las cabezas de sus proyectiles.
Un programa como Nuri, que funciona con combustible líquido y cuyo desarrollo ha costado casi dos billones de wones, equivalente a 1.550 millones de dólares, permitirá a su vez al Sur poner en órbita mejores satélites de vigilancia para espiar a Corea del Norte y tratar de situarse en ese aspecto a la altura de países como EE.UU. y Japón.
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