El Presidente de Perú, Pedro Castillo, manifestó este domingo que cooperará en la investigación abierta en su contra por la Fiscalía sobre presunto tráfico de influencias, algo inédito para un mandatario en ejercicio en ese país.
Su decisión de colaborar marca un giro en su aparente actitud reticente inicial, pues el lunes precedente sostuvo que la Fiscalía había desatado una «persecución política» en su contra.
«Voy a colaborar, voy a concurrir al llamado del fiscal u otras instancias que tengan que ver con la investigación», manifeto Castillo durante una entrevista con el canal estatal TV Perú, en la que descartó cualquier intento de evadir a la justicia.
La justicia pidió la captura de dos sobrinos del mandatario, de su exministro de Transportes y su exsecretario de la Presidencia. Dichas personas están en la clandestinidad y son buscados por la Policía, que ofrece de 4.000 a 13.300 dólares de recompensa por ellos.
«Me voy a someter, ese es mi compromiso con el país», argumentó.
Entre tanto, la Fiscalía incluyó hace una semana al mandatario en la causa sobre el consorcio «Puente Tarata III», sobre una supuesta red criminal encabezada por el Presidente para conceder un contrato de obras públicas a sus familiares.
Por el caso, Castillo fue citado a declarar el proximo lunes por la Fiscalía, pero sus abogados pidieron postergar la convocatoria para el miércoles, alegando que le faltaba información para dar la respuesta respectiva.
«Jamás me va a salpicar la corrupción», enfatizó el Presidente, un maestro rural de 52 años que lleva casi 11 meses en el poder.
ANTECEDENTES
Cuatro expresidentes peruanos están condenados o enfrentan investigaciones por denuncias de corrupción: Alberto Fujimori (1990-2000), Alejandro Toledo (2001-2006), Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018).
Fujimori, el único condenado, también fue sentenciado por violaciones a los derechos humanos con 25 años de prisión.
/SVL