La niña de 11 años que resultó embarazada tras ser víctima de violación por su abuelastro en Chimoré dio a luz luego de haber sido sometida a una cesárea el sábado precedente según la información que emitió la senadora de Comunidad Ciudadana (CC), Andrea Barrientos.
A pesar de la indignación del caso, informó que la salud de la niña está estable, aunque el bebé nació pesando tan solo 1.3 kilogramos y está muy delicado.
Asimismo, Barrientos indicó que estaba alarmada tras haber sido anoticiada del procedimiento.
La senadora, anunció que lo mencionado sería investigado en cuanto a los funcionarios e instituciones que autorizaron el mismo, a pesar del enorme riesgo de salud física, emocional y psicológica que representa el proceso para la menor víctima de violencia sexual.
De esa manera, la autoridad pidió que se determinen las circunstancias en las que la menor fue intervenida quirúgicamente, si fue una cesárea programada y quién la autorizó o si fue un procedimiento de emergencia.
Según Barrientos, continuarán de cerca las investigaciones de este caso para establecer responsabilidades.
SEMANA 29 DE GESTACIÓN
La menor transitaba la semana 29 de su gestación. Su estado hizo que las organizaciones sociales, activistas, los médicos y las defensorías sienten postura.
De tal modo que desde que se supo sobre el caso, hace unos días, los galenos informaron que ya era muy tarde para realizar la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) debido a la edad gestacional (siete meses).
En relación al caso desde el Hospital Materno Germán Urquidi, consideraron que el plazo ya había fenecido para la práctica del aborto.
También se manifestó la Iglesia Evangélica, en representación de Cochabamba quienes se opusieron rotundamente a la interrupción del bebé y pidieron «respetar las dos vidas».
El pastor José Luis Rivera fue quien se encargó de socializar la postura y solicitó «que se vele por ambas vidas».
Por otro lado, el viernes reciente la delegada defensorial de Cochabamba, Marioly Alvarez, apuntó que no se estaban respetando los derechos de la niña de 12 años y acusó al Hospital Materno German Urquidi de “invisibilizarla”.
Además, aseveró que ninguna institución vio por ella, como consecuencia, el curso de su embarazo llegó a la semana 29 y el sábado precedente, al nacimiento del bebé.
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