El vicepresidente del país, David Choquehuanca Céspedes, recomendó este miércoles “limpiar los cuerpos” antes de visitar el templo de Tiahuanacu para recibir el Año Nuevo Andino y 40 días antes, evitar comer carne, beber alcohol y tener sexo.
“Cuarenta días antes hermanos, no carne, ni una gota de alcohol, tenemos que limpiarnos. Cuarenta días antes, no sexo, tenemos que prepararnos. Hagan la práctica hermanos, así hacían nuestros abuelos, ustedes saben hermanos”, indicó el Vicepresidente en la plaza Murillo.
La autoridad recomendó realizar ceremonias con mesas de ofrendas para limpiarse en espíritu ya que se debe ir a Tiahuanacu sanos para sentir la energía y la “gente sucia” no puede pisar este templo sagrado.
“Tenemos que ponernos livianos para asimilar esas energías que se desatan en el cosmos. Tanto en el hemisferio norte como en el hemisferio sur. Allá es solsticio de verano, aquí es solsticio de invierno”, manifestó Choquehuanca.
Asimismo instó a la población a prepararse para celebrar la fecha con música y mantras.
“Es una fecha cósmica donde se desatan energías y para asimilar eso debemos estar preparados. Y tenemos que prepararnos alimentándonos con nuestra música, con nuestros mantras”, recomendó.
Resaltó la importancia de la cultura, raíces, ciencia y saberes.
“Nosotros buscamos armonía y este 21 de junio es muy importante. Está relacionado con nuestra Whipala. Tenemos raíz, cultura, ciencia, tenemos nuestros saberes, y vamos a compartir, fortalecer y cargarnos de energías”, dijo la autoridad en el lanzamiento del Año Nuevo Andino, Amazónico y Chaqueño 5530.
El 12 de abril del 2005, mediante la Ley 3018, se declaró al Año Nuevo Aymara como patrimonio intangible histórico y cultural de la nación. Desde ese año, cada 21 de junio se celebra el Año Nuevo Andino, Amazónico y Chaqueño, los actos principales se realizan en el templo de Tiahuanacu.
Los indígenas que habitan algunas zonas de Bolivia celebran el «Willkakuti» también conocido como «retorno del Sol» o «Año Nuevo Andino». La celebración se caracteriza por los rituales ancestrales que realizan los sacerdotes indígenas en la madrugada del 21 de junio.
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