La expectativa llegó a su final cuando la pelota comenzó a rodar en el mítico estadio de Wembley. A pocos meses del Mundial de Catar, Argentina e Italia animaron un duelo cargado de historia en la “catedral del fútbol”. La ‘Finalíssima’ dirimió el título entre los campeones de América y Europa. Y el trofeo se tiñó de celeste y blanco.
El homenaje al legendario Giorgio Chiellini por su retiro de la Azzurra, el recuerdo de Diego Maradona y las emociones que arrojaron los himnos nacionales fueron parte del pasado cuando los protagonistas le abrieron el telón al atractivo espectáculo que se dio en el Reino Unido.
Durante los primeros movimientos se vio una actitud agresiva del Albiceleste. Las proyecciones de Nicolás Tagliafico y Nicolás Molina por las bandas, junto con los envíos de Rodrigo De Paul y la velocidad de Ángel Di María representaron los argumentos más firmes de La Scaloneta para ponerse en ventaja desde un principio.
El combinado sudamericano tenía al mejor del planeta. Y Lionel Messi improvisó una gran acción para sacarse de encima a Giovanni Di Lorenzo y abastecer a Lautaro Martínez, quien de primera tocó para festejar el 1 a 0. La salida rápida de Lo Celso, el movimiento de Messi y el oportunismo del “toro” fueron las claves para que la Argentina celebre el esperado tanto a los 28 minutos del partido.
Antes del descanso, Argentina volvió a golpear gracias al andamiaje excluyente de su tridente ofensivo. La “pulga” se asoció con Lautaro Martínez, el ex Racing aguantó y habilitó a Di María con un pase milimétrico; y el “fideo” facturó con una exquisita definición por encima de la integridad de Donnarumma. Golazo y 2 a 0 en el primer minuto del descuento del primer tiempo.
En el complemento Argentina justificó el resultado con una gran producción del ex Rosario Central. El desconcierto italiano era tan notorio, que un error de cálculo entre Bonucci y Donnarumma estuvo cerca de concluir en la red de la manera más ridícula. Y el “fideo” seguía lastimando por el sector derecho con violentos remates que complicaron a su ex compañero del PSG. Después de un pelotazo de Otamendi que lo dejó en el borde del área grande y tras recuperar un rebote, Di María era una pesadilla para la Azzurra.
Paulo Dybala fue el encargado de transformar el triunfo en goleada y sellar el 3 a 0 para que Argentina se quede con un nuevo título. El cordobés capitalizó una contra de Messi y completó la victoria con un toque al palo más lejano de Donnarumma. La Argentina tuvo una muestra de carácter y talento.