Se trata de un brasileño con enfermedad mental, quien murió luego de haber sido torturado en una especie de cámara de gas por policías federales, quienes lo metieron en el baúl de un vehículo patrullero tras llenarlo de gas pimienta, en un episodio que fue filmado por testigos y se convirtió en un capítulo más de la violencia policial en Brasil.
Genivaldo dos Santos, esquizofrénico de 38 años, fue capturado e inmovilizado por agentes de la Policía Caminera Federal (PRF) y lo pusieron dentro del baúl de una patrulla a donde habían arrojado gas pimienta para torturarlo, en un episodio ocurrido en una ruta de Umbaúba, Estado de Sergipe, en el Noreste de Brasil.
La Policía Federal de caminos informó que el hombre se resistió al abordaje y que por lo tanto utilizó herramientas de baja letalidad, como el gas, según reporte del portal El Télam.
Según el sobrino de la víctima, testigo de la situación, su tío se puso nervioso cuando le pidieron que levantara las manos, tras lo cual los policías lo llevaron al baúl de la patrulla y lanzaron gas pimienta adentro.
Luego, los policías lo llevaron a un hospital donde falleció al llegar.
Antecedentes de violencia policial
El caso se suma a la conmoción general provocada por la matanza de 26 personas perpetrada por la Policía Federal, la Policía Caminera Federal y la Policía Militar de Río de Janeiro durante una operación contra el narcotráfico en una favela.
Ocho de los muertos no tenían vinculación con el crimen organizado.
El operativo fue celebrado por el Presidente Jair Bolsonaro y el gobernador Claudio Castro.
En este caso de Sergipe (uno de los veintiséis estados de ese país), el peritaje del Instituto Médico Legal indicó que la asfixia mecánica y la insuficiencia respiratoria aguda provocaron la muerte de Santos, según informaron desde la Secretaría de Seguridad Pública de la entidad mencionada, según reporte de la cadena O Globo.
La Policía Federal depende del Gobierno central y no de los Estados.
La Orden de Abogados de Brasil, principal entidad defensora de los derechos humanos de Brasil desde los tiempos de la dictadura militar, condenó «cualquier tipo de violencia o de tortura».
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