El Presidente brasileño, Jair Bolsonaro, volvió a criticar este viernes a la posible presencia de observadores internacionales en las elecciones de octubre, argumentando que el actual sistema electrónico de votación no permite fiscalización. La afirmación se realizó en su programa semanal en vivo transmitido por las redes sociales.
El líder de la ultraderecha brasileña es un fervoroso crítico de la votación electrónica, vigente en el país carioca desde 1995. Nunca fue comprobada una denuncia de fraude.
«Pueden traer un millón de observadores si quieren. ¿Ellos van a observar qué? ¿Qué van a observar? ¿Ellos van a tener acceso al código fuente? ¿Ellos van a estar en la sala secreta para ver como es el conteo? ¿Cuál es el conocimiento que ellos tienen de informática?», preguntó el mandatario.
Por su parte, el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE) y magistrado de la Corte Suprema, Edson Fachin, anunció la presencia de 100 observadores internacionales en los comicios generales de octubre.
Ente tanto Bolsonaro, buscará la reelección para un segundo mandato y aparece en las encuestas de intención de voto detrás del favorito y expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien encabezó recientemente una campaña que pedía el voto impreso, como comprobante de sufragio.
SISTEMA
En Brasil, el sistema es totalmente digital y no se emite un comprobante impreso del voto para una contabilización manual en caso de fallar o presentarse una denuncia, situación que fue cuestionada por Bolsonaro y aliados oficialistas con movilizaciones que no surtieron efecto ante la Corte Suprema y que carecieron de pruebas.
Según Fachin, entre los observadores están la Organización de Estados Americanos (OEA), el Parlamento del Mercosur, la Red Electoral de la Comunidad de los Países de Lengua Portuguesa (CPLP) y la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore) del Centro Carter.
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