Una persona conocida como “El Púas”, miembro de la Policía Boliviana, fue acusado de ser quien otorgó la granada de gas al dirigente estudiantil y principal sospechoso del atentado en la Universidad Autónoma Tomás Frías (UATF), Mauricio Quintanilla.
La delegada defensorial de Potosí, Vilma Martínez, quien participó en la audiencia de medidas cautelares de Quintanilla brindó la información en contacto con el diario El Deber.
«La investigación seguro va a arrojar quién es esta persona. Lo único que han dicho (en la audiencia) es que (quien suministró la granada) era un funcionario de la Policía. Es alguien que tiene relación con la Policía», manifestó.
Al respecto del vínculo de la institución “verde olivo” con el «El Púas», el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, señaló que las investigaciones continúan y está a la espera de un informe oficial del comandante General de la Policía, Jhonny Aguilera.
Detalles de los sospechosos
En las investigaciones se reveló que el número de serie del artefacto presuntamente fue «lijado», por lo que no se podía determinar si pertenecía al Ejército o a la Policía.
En tanto, el 11 de mayo, las autoridades encontraron un vehículo plomo marca Suzuki, de propiedad de Ariel Quispe, de 40 años, que utilizó el motorizado el 8 de mayo para «conspirar» el atentado.
«Hemos encontrado el vehículo plomo marca Suzuki en el cual estos individuos se habrían reunido previamente y que indudablemente, nosotros denominamos, es el momento y lugar donde conspiraron», señaló Del Castillo.
Milton Fuentes Apaza (35), Juan Quispe Guzmán (40), Manfred Flores Canaza(25) y Mauricio Quintanilla Rojas (26) fueron detenidos de forma preventiva, acusados de los delitos de homicidio, lesiones graves y leves, tenencia y porte o portación ilícita y tráfico ilícito de armas.
Asamblea estudiantil que terminó en avalancha
Los imputados están vinculados al atentado con una granada de gas en la asamblea estudiantil el 9 de mayo, donde fallecieron cuatro universitarias durante la estampida que se produjo a causa del estallido de una granada de gas de triple acción.
Al momento continúan 12 víctimas hospitalizadas, dos se encuentran en estado de gravedad y serán sometidas a operaciones.
Se presume que los motivos principales eran hacer fracasar la asamblea, para así evitar la renovación de la Federación Universitaria Local (FUL) de Potosí, y en consecuencia demorar el Congreso de Universidades.
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