De acuerdo a estadísticas oficiales, en los primeros cuatro meses del año, 47 animales; entre perros, gatos y otros, fueron víctimas de biocidio, asesinados de manera cruel en Bolivia, con puñaladas, asfixia, fuego, envenenamiento o inanición.
La Policía Boliviana compartió la información procesada por la Policía Forestal y de Medio Ambiente (Pofoma), la entidad que se enfoca en la protección de la vida silvestre y animal, en general.
A la par de los trágicos asesinados, 104 seres vivos domésticos o silvestres fueron rescatados; sin embargo, a ese dato se suma que 31 fueron «decomisados», según la Policía.
Las instituciones y personas activistas, suman su voz para endurecer la pena para castigar al biocidio; pues la ciudadanía comienza a quererlos como seres que dan amor.
«Se necesitan herramientas para aplicar la normativa. Cochabamba tiene buen reglamento, pero no cuenta con brazos operativos”, observó la directora de la Organización para la Protección Animal y el Medio Ambiente (Zooprama), Erika Zelada, en contacto con el diario Opinión.
Ley que defiende a los animales
En el país, está vigente la Ley 700 para la Defensa de los Animales Contra Actos de Crueldad y Maltrato, pero es calificada como “pobre”, por varios defensores de los animalitos, como Estela Durán, miembro de Defensores de Animales San Roque, de Quillacollo.
“Las penas son muy cortas. La del biocidio es solo de 2 a 5 años. Lo que ocurre es que no entran a la cárcel y se atienen a medidas sustitutivas. Es hora de que las autoridades reaccionen y se tengan sanciones más fuertes”, aseveró.
Así como las mascotas son comercializadas y sufren maltratos, los seres vivos exóticos también se incluyen en la lista de víctimas.
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