“La Iglesia no rechaza a los homosexuales, sino que lo hacen las personas de la Iglesia”, dijo el Papa Francisco este lunes en respuesta a una carta enviada por el sacerdote jesuita estadounidense James Martin, sobre las preguntas más comunes que le hacen los católicos de la comunidad Lgtbiq+.
“Dios es Padre y no reniega de ninguno de sus hijos”, escribió el Papa en su breve respuesta junto a las preguntas de James Martin: ¿Qué diría que es lo más importante que las personas LGBT deben saber de Dios?, ¿Qué le gustaría que la gente LGBT supiera sobre la iglesia? y ¿Qué le dice a un católico LGBT que ha experimentado el rechazo de la iglesia?
“Respecto a tus preguntas se me ocurre una respuesta muy sencilla”, escribió Francisco en una carta manuscrita en español que aparece publicada en el medio estadounidense junto al texto en inglés.
El Papa responde a la primera pregunta: “Dios es Padre y no reniega de ninguno de sus hijos. Y el estilo de Dios es cercanía, misericordia y ternura. Por este camino encontrarás a Dios”, señala la carta escrita.
Sobre lo que le diría a un católico de esa comunidad que haya sufrido el rechazo de la Iglesia, Francisco es claro.
“Le haría ver que no es el rechazo de la Iglesia sino de personas de la Iglesia. La Iglesia es madre y convoca a todos sus hijos”, respondió.
El Pontífice en numerosas ocasiones condenó el rechazo de las personas homosexuales y durante una audiencia general en enero, pidió a los sacerdotes que no desamparen a un hijo que tiene diferente orientación sexual y no esconderse en comportamientos de condena.
Anteriormente, el religioso argentino dijo que los homosexuales tienen derecho a ser aceptados por sus familias.
También que, aunque la Iglesia no puede aceptar el matrimonio de mismo sexo, la sociedad puede apoyar con la aprobación de leyes de uniones civiles para unir parejas homosexuales junto a todos los derechos que corresponde.
La oficina doctrinal del Vaticano publicó el año pasado un documento en el que indicaba que los padres católicos no pueden bendecir la unión de personas homosexuales.
Sin embargo, en países como Estados Unidos y Alemania, las iglesias y los sacerdotes empezaron a bendecir la unión de las personas del mismo sexo en lugar del matrimonio.
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