Durante la novena fecha de la Liga MX, el deporte de México vivió la “página más oscura” en la historia de una rivalidad de equipos. Horas después del desastre, la Coordinación de Protección Civil del Estado de Querétaro confirmó la existencia de 22 lesionados, dos de gravedad, posteriormente 17 fallecidos.
Este tipo de sucesos ya tiene varios capítulos y se incrementa desde 2007, cuando el equipo de futbol Querétaro mandó al descenso a Atlas.
El partido se suspendió por incidentes a los 17 minutos del segundo tiempo, cuando el equipo visitante ganaba 1-0 con gol de Julio Furch.
Según las imágenes que circulan en redes sociales, un grupo de barras de Querétaro arremetió contra hinchas comunes de Atlas, quienes estaban en una tribuna intermedia. Al ver ese ataque, la barra de Atlas abandonó su lugar, alejado de los de Gallos y fueron a defender a los suyos.
De esa manera el caos comenzó en las tribunas y siguió con una invasión en el campo de juego, con golpes indiscriminados para cualquier persona que tenga una camiseta de otro color, sin importar edad, sexo ni contexto.
Niños llorando, madres desesperadas y la Policía que brilló por su ausencia y una seguridad privada inactiva, completaron el combo del salvajismo.
Pasado el escándalo, el único reporte fue de 22 heridos. Por medio de su cuenta verificada de Twitter, un reportero de cancha del equipo de Azteca Deportes aseguró que “la primera cifra extraoficial es de 17 fallecidos”. En tanto, el columnista brindó una cifra provisional menor, aunque adelantó que podría aumentar con el paso de las horas.
La primera reacción de la Coordinación de Protección Civil del Gobierno de Querétaro fue decir que no había víctimas fatales, mientras que la Liga MX informó que el partido sería reprogramado con día y hora a confirmar. Para ese entonces, las imágenes de los cuerpos tendidos sin asistencia, personas desmayadas, ensangrentadas y sin su ropa ya habían sido viralizadas.
Los cuerpos policiacos presentes en el recinto no pudieron contener a los aficionados, quienes se extendieron hacia diversos puntos del estadio donde continuaron el conflicto.
Diversos videos en redes sociales mostraron las agresiones que encaminaron aficionados del equipo local contra sus adversarios en grupos que llegaron a superar en cinco a uno, en ocasiones las víctimas no presentaron ningún tipo de resistencia o defensa.
Horas después de que la pelea se extinguió, el gobernador del estado de Querétaro, Mauricio Kuri condenó los hechos y aseguró que “la empresa propietaria de Gallos e instituciones deberán responder por los hechos.
“He dado instrucciones para que se aplique la ley con todas sus consecuencias”, declaró al tiempo de confirmar la cancelación de una gira y permanencia en su demarcación hasta que se deslinden responsabilidades.
La directiva de los “rojinegros del Atlas”, emitió un comunicado por el cual solicitó a las autoridades pertinentes, a la Liga BBVA MX y a la FMF, investigar a fondo y llegar hasta las últimas consecuencias, determinando responsabilidades a quienes resulten involucrados y se aplique toda la fuerza de la ley.
En medio de la polémica por la presencia del grito homofóbico en los estadios, usuarios en redes sociales mostraron su indignación y desaprobación.
/MDCB
