Está ubicada en la zona 25 de Julio, en la calle Huaricana y Murucullo, de la urbe alteña, en ese lugar yace la denominada «casa del diablo» o casa del Tío, el ser que cuida a los mineros al interior de los socavones. Esta infraestructura causa sorpresa y una mezcla de miedo entre los vecinos y los visitantes.
La persona a quien corresponde esta vivienda es David Choque Mamani, minero de nacimiento e indicó que el inmueble «es una forma de retribuirle favores al Tío o dios de la mina», según reporte del portal Innovapress.
Asimismo, la casa se convirtió en un atractivo turístico, según Choque, pronto se convertirá en un centro esotérico y su hermana se dedicará a informar sobre la cultura del Tio.
«Será un consultorio donde mi hermana leerá las cartas, allí se enseñará la cultura del Tío y se harán mesas andinas para la suerte, es mi cultura que creo no le hace daño a nadie y tampoco quiero que me lo hagan», declaró el propietario.
Lo que causa la atracción de este recinto, no solo es la fachada, donde existe una docena de cabezas de diablo con astas, sino al interior, el propio dormitorio de David Choque tiene en su pared, según él, el rostro del Tío a quien le ofrece todos los días, un poco de alcohol y hojas de coca.
Choque fue minero hace más de 25 años en Mapiri, cuando se dedicaba a la explotación del mineral precioso y según su testimonio, lo cuidaba de todos los males.
Con 42 años, actualmente este señor se dedica a la carpintería y todos los días se encomienda al Tío para que le vaya bien.
Los mineros en Bolivia rinden culto al Tío, que es un ente subterráneo que los protege de los accidentes y les concede el mineral. Tras su apariencia pintoresca, las leyendas sirven para excluir a las mujeres de los espacios donde se encuentra la riqueza, incluso para amenazarlas y violarlas.
El Tío se caracteriza por mostrar un gran pene erecto, según las costumbres, bebe alcohol de 96 grados y se pone agresivo, como los mineros. A veces las víctimas se convierten en verdugos, según el relato de la leyenda.
El propietario afirmó que sus vecinos lo critican; sin embargo, manifiesta que esa es su cultura y no puede vivir sin pedir favores al Tío.
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