Los centros de salud del Oeste de Kenia, donde los servicios pediátricos suelen estar saturados por los casos de malaria, ya comienzan a ver los resultados, ya que la llegada de pacientes con malaria disminuyó y también la gravedad de los síntomas de los enfermos.
Esta enfermedad puede afectar a una persona varias veces en un año y con esta vacuna, las familias reducen sus desplazamientos a los centros de salud, lo que representa un ahorro importante para los hogares.
«Desde que comenzamos a administrar la vacuna en septiembre de 2019, hemos observado una reducción de los casos de paludismo», indicó la enfermera jefe de un centro de salud en Akala, en Siaya, Elsa Swerua.
El investigador del Instituto Keniano de Investigación Médica, Simon Kariuki, quien es un importante experto en paludismo, afirmó que la vacuna fue un «cambio de juego».
«Mostramos que esta vacuna es segura y que puede ser administrada a niños pequeños africanos que son quienes más sufren el paludismo», indicó según reporte del portal France24.
En el Oeste de Kenia, donde el paludismo es endémico, más de 100 mil niños fueron inoculados con esta nueva vacuna. En África Subsahariana, la malaria mata cada año a 260 mil menores de cinco años
Este innovador plan de vacunación comenzó en 2019 en Kenia, Ghana y Malaui para probar un compuesto que tardó 30 años en ser elaborado.
En octubre de 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó el uso generalizado de esta vacuna para niños en otras zonas de riesgo.
/MDCB