Después de que el Presidente del Estado, Luis Arce, propusiera la creación de una comisión de revisión de los casos de feminicidio y violación, el expresidente de Bolivia, Eduardo Rodríguez, manifestó que “la población espera soluciones, no comisiones”.
La exautoridad dirigiéndose al mandatario le sugirió convocar a los órganos del Estado y a la oposición para trabajar en una propuesta consensuada de “reforma estructural de la justicia”.
“Presidente Arce, convoque a los órganos de poder y a la oposición para trabajar en consenso una reforma estructural de la justicia. La población espera soluciones, no comisiones”, expresó a través de su cuenta Twitter.
Este martes, Arce instruyó la creación de una comisión de revisión de los casos de violación y feminicidio, ante la preocupante conducta de jueces y operadores de justicia, según reportó ANF.
La decisión fue asumida a la luz de la liberación de Richard Choque, que pese a tener una condena de 30 años por asesinato fue beneficiado con detención domiciliaria por el destituido juez Rafael Alcón.
El exmandatario y exmagistrado de la extinta Corte Suprema de Justicia en la víspera también expresó que en vez de cumbres con “agendas prediseñadas”, la población boliviana espera consensos políticos hacia una reforma judicial estructural.
“En lugar de cumbres con agendas pre diseñadas, o iniciativas de solución coyuntural, la población espera consensos políticos genuinos para lograr una reforma judicial estructural ya impostergable”, detalló Rodríguez.
El Gobierno a través del Ministerio de Justicia ha anunciado la realización de una nueva cumbre de justicia supuestamente para reformar la desprestigiada administración judicial.
El gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) ha convocado antes a dos cumbres, aunque tuvieron conclusiones estás no se implementaron o por lo menos la justicia no ha cambiado, su estado es aún más crítico.
La exautoridad plantea que la crisis judicial sea atendida por los Órganos del Poder con base en diagnósticos, información confiable, reflexión plural y participativa sobre sus alcances y en consenso políticos.
Considera que ni las cumbres o la asistencia foránea coyuntural probaron ser útiles, en consecuencia, propone procesos de diálogo participativos y plurales que orienten hacia el diseño de una reforma real en la justicia boliviana.
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