Luego de las denuncias de agresiones contra la expresidente, Jeanine Añez, por parte de una teniente y de la directora del penal, el Gobierno decidió trasladarla a la “población común” del recinto.
Añez dejará la habitación en la se encuentra y cumplirá labores como las demás reclusas, reportó el diario El Deber.
La senadora de Creemos, Centa Rek, remitió dos Peticiones de Informe Escrito (PIE) al Ministerio de Gobierno para que presente información documentada sobre las presuntas agresiones físicas y psicológicas contra Añez.
Por su parte, ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, anunció sobre su traslado a otro sector de la cárcel de Miraflores en las próximas horas y tendrá que “comenzar a cumplir con las obligaciones como cualquier persona privada de libertad” en ese recinto.
“Buscaremos un nuevo espacio para que la señora (Añez) pueda pernoctar y tener todas las condiciones materiales y se cumplan sus derechos constitucionales y humanos, porque necesitamos recuperar ese espacio de sanidad, que servía para atención psicológica y física de las privadas de libertad”, indicó la autoridad estatal.
Agresiones hacia Añez
El 15 de diciembre, Añez denunció que una teniente la insultó y pateó una estufa en su habitación. La agresión fue descartada por el Gobierno en distintas voces.
Asimismo, la pasada jornada, mediante una nueva carta, la expresidente relató que fue “visitada” por la directora del penal de Miraflores, teniente coronel Maribel Barrenechea, quien le manifestó su molestia por lo ocurrido con su ayudante.
“Implícitamente me llamó mentirosa de lo sucedido, haciéndome sentir amenazada y amedrentada, faltando el respeto, callando a mi hijo que se encontraba acompañándome e indicándome que eran las consecuencias de lo que había dicho mi hija Carolina Ribera”, señaló.
Hija de la exmandataria expresa su preocupación
La hija de la exmandataria, Carolina Ribera, denunció las supuestas agresiones contra su madre y la pasada jornada calificó de “maleante” y “mentiroso” a Del Castillo, quien negó las agresiones.
Ribera expresó preocupación por la situación de su madre, pues también afirmó que con el conflicto su presión subió a 160/100, por lo que tuvo que ser estabilizada con medicamentos endovenosos.
Asimismo, afirmó que el “amedrentamiento” contra su madre, su hermano y ella, se agravó desde que Barrenechea es la directora del penal.
“Esta oficial hace la vida imposible a mi madre y definitivamente está atentando, no solamente contra su tranquilidad, sino contra su vida”, acusó en contacto con el diario El Deber.
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