La tradicional Feria Cultural y Artesanal del Calvario, funcionó “a media máquina” ante la relativa poca afluencia de personas que se dieron cita para pasar un momento en familia, debido a la suspensión del Primer Convite “rematado” por el clima lluvioso.
El Calvario, inaugurado el 7 de noviembre, recibió poca afluencia de visitantes, quienes optaron por quedarse en sus domicilios, sin embargo, el Santuario de la Virgen del Socavón fue visitado por varios fieles devotos, en su mayoría danzarines.
Pese a la postergación de la actividad que marca el preámbulo del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, los artesanos del Calvario no desaprovecharon la oportunidad para ofertar sus productos a la población.
“A comparación de otros días está vacío, muchas personas no quisieron venir por el frío, pero igual tenemos que salir a vender porque es nuestro sustento, si hubiera habido Convite habría estado lleno, pero también hay que cuidarse de este coronavirus, ojalá al año todo se normalice”, manifestó una vendedora de artesanías que prefirió no revelar su nombre.
Por segundo año consecutivo, el Calvario se realiza bajo las medidas de bioseguridad, para lo cual las artesanas de los diferentes productos se ven obligadas a usar barbijo y alcohol, además de cumplir los protocolos correspondientes.
Los feriantes del Calvario se asientan en la explanada de la Avenida Cívica “Sanjinés Vincenti”, en la Plaza Argentina y en el atrio del Santuario de la Virgen del Socavón todos los domingos hace casi un mes, luego de la fiesta de Todos Santos.
Ante la suspensión del Primer Convite, que deja en “statu quo” a los feriantes del Calvario, los mismos se unieron en una solicitud para que la actividad continúe, toda vez que es una fuente de ingresos para sus familias.
“Tenemos que seguir saliendo, un día no trabajado es un día perdido, tenemos que seguir saliendo los domingos, tenemos que reactivar la economía porque este coronavirus nos afectó mucho”, dijo otra artesana.
/LA PATRIA/