“El Gobierno no tiene ningún deseo de profundizar y que avance la descentralización en el plano autonómico, porque un gobierno que tenía una impronta hegemónica veía las autonomías como una contra hegemonía”, afirmó este martes el politólogo, Franklin Pareja durante una entrevista en Radio Panamericana.
El profesional hizo un análisis del debate que surgió en el país, a raíz de la postura del líder de Creemos y gobernador de Santa Cruz, Fernando Camacho acerca del federalismo y la respuesta que tuvo desde esferas de Gobierno, que está dispuesto a “abrirse” al debate.
El analista dijo que se debe contextualizar el por qué surge la demanda de Santa Cruz. En Bolivia, el régimen autonómico está constitucionalizado desde el 2009, surge de demandas y luchas propiciadas en el departamento cruceño y se expandieron a otras regiones del Sur principalmente y no así en la zona Andina.
“Llama la atención, que si somos un país con régimen autonómico, ahora surja una demanda de federalismo como si fuera la solución. Desde el 2009 hasta la fecha las autonomías no han avanzado casi nada, es decir, somos un país, que en el texto dice que somos un país con autonomías, pero en la práctica paradójicamente, somos un régimen híper presidencialista e híper centralista, Bolivia ha retrocedido en términos de descentralización”, afirmó.
Argumentó que en la actualidad el Gobierno ya no es hegemónico, sino totalitario, dominador e impone todo, muy contrario a la hegemonía, que es la coincidencia de intereses con el pueblo.
“Morales hacía coincidir los intereses en su primera gestión y parte de la segunda, pero al día de hoy, ya tenemos un Gobierno que ya ha pelado capucha, ya se muestra como lo que es, autoritario, evita el diálogo, no le gusta el consenso, es impositivo”, afirmó.
En lo que se refiere al federalismo, señaló que Santa Cruz que fue uno de los propulsores por el régimen de las autonomías, hoy este departamento se constituye en el crisol de la bolivianidad, con una tasa de migración más alta en los recientes 20 años. Es una región cosmopolita y lo que sucede allí afecta a todo el país, porque tiene servicios, productos y alimentos.
Para Pareja, Santa Cruz entiende y asiste que le corresponde una mayor cuota de poder político, aspecto que es natural. Asimismo, como esta región entiende que las autonomías no tuvieron un avance, propone otro modelo, como es el federalismo.
“¿Es el federalismo una panacea? ¿Es el federalismo una solución? ¿Es el federalismo un tipo de gestión con cualidades mágicas y eficientes? Pues no, no es así, que no piensen que se introduzca un régimen federal, las cosas van a cambiar diametralmente, ¿por qué? Porque en cualquier Estado, para que funcionen bien las cosas, más allá de su modelo de descentralización se necesita institucionalidad constitucional, como fundamento de la institucionalidad democrática”, indicó.
Dijo que en Bolivia la Constitución Política del Estado es cualquier cosa y sugirió incluir un artículo que diga: “Interprete la Constitución como le dé la gana” y añadió que cuando se habla de la carta magna, lo único que se hace un despropósito y se actúa con cinismo, porque se tuvieron muchas contrarreformas que desvirtuaron la cualidad y la virtud de la CPE.
Argumentó que cuando Santa Cruz plantea el federalismo, conceptualmente es un arreglo institucional, entre actores políticos multinivel y actores sociales, agentes económicos para distribuir el poder.
“Unos piensan que federalismo es separatismo, una total ignorancia. El federalismo es la unidad en la diversidad y la pluralidad, y los estados que han implementado el modelo federal, no es que sean súper estados y su condición se mantiene intacta, inclusive han creado vasos comunicantes porque se establecen vínculos tolerantes”, subrayó.
Añadió que discursos como el del vicepresidente David Choquehuanca no tendrían cabida en un régimen federal porque cada región legislaría, en función a su pensamiento, sentimiento, vocación productiva, potencialidades, entre otros.
Pareja dijo que si se aplicaría la Constitución Política del Estado como está y la Ley Marco de Autonomías, bastaría para que el país tenga un vigoroso proceso de descentralización autonómica, pero como fueron tuteladas, sofocadas y neutralizadas, en Bolivia no hay autonomías solo están en retórica y no en la realidad fáctica.
“(La propuesta) es una voz de protesta de Santa Cruz que dice: no hay autonomías, no dejan avanzar, el modelo híper centralista es coartador de derechos, libertades, nos asiste mayor cuota de poder político, queremos una nueva visión de Estado, porque nosotros no dependemos del Estado, porque la vocación cruceña es empresarial, es emprendedora, lejos de la visión que tiene el Ande, particularmente La Paz que depende del Estado, donde el gran empleador es el Estado a través del Gobierno”, señaló.
Añadió que el país no está preparado para el federalismo, porque no hay condiciones; no hay una percepción de todo el país que esté en una lógica de tener una visión compartida respecto a un federalismo, sin embargo, no es una mala idea plantearlo como un ejercicio de socialización y buscar “comunes denominadores” con otras regiones.
“Pero al mismo tiempo, podría impulsar que las regiones “abran los ojos” y se den cuenta que Bolivia es un país con autonomías que no las practica y están coartadas por el centralismo y que dependen de los departamentos que fortalezcan esto con la desconcentración del poder y la descentralización fiscal, es decir, poder con platita, esa es la verdadera autonomía. En las regiones no hay poder y tampoco hay platita porque no hay pacto fiscal, es solo un saludo a la bandera la autonomía en el país y el federalismo viene a ser algo así como una propuesta protesta que a ciencia cierta no tenga viabilidad en el corto plazo”, dijo.
/DEA/
