La creación de los mercados campesinos en Oruro, se originó a través de la necesidad de los productores agrícolas, para generar ingresos directos por la venta de sus productos que provenían de diferentes comunidades del país.
El mercado Campesino Kantuta, fue el primer mercado que albergó a productores agrícolas campesinos, en 1973 formaron parte de la primera feria de productores en la Plaza 6 de Agosto, zona Norte de la ciudad de Oruro, actual Plaza Sebastián Pagador, donde los camiones llenos de productos hortícolas de los productores llegaban para ser comercializados directamente a las amas de casa.
En 1978 se trasladaron al barrio Kantuta para establecer el mercado, con la autorización de las autoridades municipales, con el compromiso de mantener la participación de los verdaderos productores que proveen los productos a bajo precio.
Paulino Medrano Colque, es uno de los fundadores, productor de las hortalizas por más de 45 años contó algo de la historia de este mercado.
“Desde 1978 nos hemos asentado en este mercado, nosotros hemos fundado, antes no había nada, ni casa al frente, el viento traía basura, las calles puro barro, hemos sufrido porque tampoco había autos para ambular los productos a otros mercados”, dijo.
ACTUALIDAD
Hoy en día las calles adyacentes al mercado Kantuta, se ven invadidas por comerciantes, que ofrecen todo tipo de mercadería al por mayor y menor, especialmente artículos americanos a medio uso. El comercio informal se asentó de a poco en los alrededores del galpón, generando inquietud a los productores.
“Hoy en día nos hemos salido afuera del galpón, porque adentro ya no hay venta, ha crecido la cantidad de comerciantes, y si entramos no vendemos nada, la gente ya no entra a comprar. Antes la zona era vacía y llamábamos a la gente para que tenga su puesto, pero ahora hasta en las calles adyacentes se ha expandido la feria, se pelean por puestos”, indicó.
INFRAESTRUCTURA
Desde la construcción del mercado, los productores lamentaron no ser atendidos por las autoridades, para la refacción de sus ambientes, ya que esto se estaría cayendo a pedazos desde la primera vez que fue construida, y que poco a poco algunos dirigentes fueron cambiando algunas calaminas por los daños grandes que poseían.
“Pedimos a las autoridades nacionales, departamentales y municipales, que nos ayuden para cambiar el techo, está lleno de goteras y cuando llueve esto ya no parece techo, nuestra carga sufre daños, nuestro chuño se echa a perder, también con la puerta porque se está cayendo, igual nuestras paredes, desde que se construyó no han refaccionado”, expresó.
