Según la tradición, cada 1 de noviembre las “almas” llegan y visitan a sus seres queridos, por lo cual, las familias arman sus altares con platos, frutas y bebidas que en vida era del gusto de quienes fallecieron, sin embargo, la novedad de este año son las caretas con barbijos que están a la venta en los mercados populares del país.
En la ciudad de La Paz, al igual que varios mercados de Oruro y el interior, están a la venta miles de caretas de todas las formas y tamaños, para la elaboración de las conocidas T’antawawas. Las más destacadas y llamativas son aquellas con barbijos, en honor a quienes perdieron la vida por el Covid-19.
Son médicos, enfermeras, policías y ciudadanos fallecidos por coronavirus, representados en caretas con barbijos en la elaboración del pan de Todos Santos, dicha enfermedad la cual llegó en marzo de 2020 y ya cobró más de 18.911 vidas.
Tradición del 1 de noviembre
El 1 de noviembre al mediodía, los denominados “ajayus” de los difuntos regresan para convivir durante 24 horas con sus familiares y amigos, quienes les reciben preparando y recordándolos en cada hogar con un altar o mesa, adornada con flores, velas, cañas, frutas, bebidas y dulces.
Según da a conocer la historiadora Sayuri Loza, la tradicional fiesta de Todos Santos surgió en la época prehispánica, en la que los aymaras practicaban el culto a los muertos, el cual se trataba de un paseo de los difuntos y su convivencia con los vivos durante esta festividad o tiempo del “Amay Phajsi”.
“En esa época del mes a sacar a los muertos de sus tumbas, comían y bebían junto con ellos, había fiestas, los hacían pasear por diferentes lugares como si estuvieran vivos y luego los llevaban a su casa donde habían vivido, los hacían acostar en una cama cómoda, les cambiaban su ropa y les hablaban como si estuvieran vivos. Terminaba este mes de los muertos y los devolvían a sus pukullos”, explica Loza, según reporte del portal Innovapress.
Con la llegada de los españoles, todo cambió, una conjunción de culturas y religión acordada entre aymaras y españoles, dio paso a la elaboración de las T’antawawas y la instalación de la mesa de Todos Santos para recibir a los difuntos.
Ofrendas de Todos Santos
La tradicional mesa de Todos Santos está compuesta por al menos 13 elementos, cada uno con su propio significado. Las T’antawawas son panes elaborados con harina y en forma de personas con caretas de yeso y representan a los difuntos.
Las escaleras son los medios por los cuales las almas descienden del espacio de los difuntos al mundo de los vivos, la cruz representa la protección de Cristo en el descenso y ascenso de las almas de los difuntos, los t’antacaballos ayudan a las almas de los difuntos a cargar todo lo recibido en el mundo de los vivos.
Otro de los elementos tradicionales de la fiesta de Todos Santos son las muñecas elaboradas en base a yeso y denominadas “pascananitas” cuyo simbolismo es la fertilidad y concepción de un hijo para el próximo año.
Finalmente, estas “wawas” vestidas ya sea de varón o mujer, son obsequiadas a aquellas parejas que no han podido concebir hijos.
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