Tras firmar el acuerdo entre el Gobierno y la Confederación de Trabajadores de Carne (Contracabol), este miércoles la Cámara Nacional de Industria y Comercio (Cainco) y la Confederación de Ganaderos de Bolivia (Congabol), rechazaron el acuerdo suscrito en el que se congeló el incremento del precio del kilo de carne de res en territorio nacional, argumentando que a la larga afectará la cadena productiva.
Ambos sectores criticaron que se haya llegado a un acuerdo con base a la presión de un solo sector y no así con todos los afectados.
“Es reprochable que el Gobierno firme acuerdos con un sector en perjuicio de otros, ignorando la realidad de los que producen (ganaderos) y los que dan transparencia (centros de remate), poniendo en jaque la libertad al trabajo y la provisión de alimentos”, escribió el ejecutivo de Cainco, Fernando Hurtado, en su red social.
Asimismo, explicó que esas acciones constituyen un “peligroso intervencionismo para beneficiar a unos cuantos en perjuicio de la gran mayoría (…) además que a la larga se afectará a toda la cadena productiva en la producción de carne que al final lo pagará el consumidor final”.
En tanto, la Congabol consideró que la realización de auditorías, reglamentos para el cierre de centros de remate y la participación de este sector en la comisión que define los cupos de exportación es una total aberración, reportó el portal Innovapress.
“Queremos manifestar nuestro profundo rechazo a la decisión de pretender cerrar los centros de remate, siendo que éstos son uno de los canales más transparentes y ágiles con que cuentan los productores y demandantes de ganado, los cuales se encuentran extendidos en todos los departamentos productores de ganado”, expresa Congabol.
Los dos sectores sostienen que los eslabones de la cadena cárnica nacional son: Productores ganaderos, centros de remate, mataderos, frigoríficos, industrias cárnicas, ferias comunales y municipales, intermediarios, transportistas de ganado y productos cárnicos a nivel nacional e internacional, comercializadores al detalle (friales, supermercados, puestos de mercado), casas comercializadoras de insumos para la ganadería y el campo, sistema financiero y consumidores, entre otros.
“Convocamos a las autoridades involucradas, en el plazo más breve, a sentarnos en una sola mesa con todos los representantes de los eslabones de la cadena cárnica nacional para arribar a soluciones integrales acerca de la problemática de la comercialización de la carne. Mientras tanto, el sector ganadero nacional se declara en estado de emergencia”, advierten.
Ratifican que los precios de la carne de res al consumidor final se deben mantener “ya que el precio kilogramo gancho en la actualidad está dentro de los rangos normales, verificado en base a datos oficiales del Observatorio Agroambiental y Productivo (OAP), que es el ente oficial de información de precios de los productos agropecuarios del Estado”.
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