La segunda noche del Festival Nacional de la Canción Boliviana se convirtió en una de ensueño, en la que no solo el romanticismo primó por melodías que conquistaron corazones, sino porque el folklore ratificó ser el tesoro de los bolivianos.
“Aquí… Canta Bolivia”, era el grito del presentador Ernesto Torres que hacía vibrar el Teatro Internacional Oruro y que además era el anuncio para el inicio de la segunda jornada que traería muchas sorpresas, como nuevos talentos, interpretaciones, géneros y por supuesto el nacimiento de nuevas estrellas, que brillaron con sus dotes en calidad interpretativa y ejecución de instrumentos.
Fueron los niños, los protagonistas de abrir el telón de una noche inolvidable, con la categoría solista instrumental infantil. La interpretación del charango es lo que se vio en el escenario, que dejó maravillado al público, por la forma de hacerlo.
Luego fue el turno de las estudiantinas, si bien, tres de las delegaciones tuvieron como repertorio el mismo tema: “Nevando está”, cada delegación lo hizo a su manera, mostrando que sí es posible tocar una misma canción con diferente estilo.
Esa combinación de instrumentos, mandolina, guitarra, percusión, instrumentos de viento como la quena y la zampoña, fueron el preludio de lo que vendría a continuación…
PASIÓN
Inmediatamente la noche se pintó de pasión, el romanticismo invadió el escenario, las parejas de enamorados juntaron sus manos y en medio de ese ambiente primó el amor, en contrapartida, las personas solas, solo añoraron el volver a vivir un minuto de amor, ya que cada melodía de Pasión Andina, era un puñal para el corazón.
El grupo orureño conquistó al público con la melodiosa voz de Luis Ticona, conocido como el José José orureño. En las butacas hubo suspiros, corazones formados en la retina y definitivamente, la pasión fue el sentimiento que primó, hasta que luego del ensueño, reaccionaron con alegría tras interpretar melodías del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
PARTE DOS
Seguidamente, la segunda parte se abrió con la participación de las categorías trío vocal instrumental y grupo vocal instrumental. La última categoría fue una de las más importantes, ya que, si los integrantes de estos grupos son perseverantes, podrían nacer los próximos prodigios de la canción boliviana, como pasó con los Kjarkas o Andino, por ejemplo.
El jurado que se vio más feliz que el primer día, integrado por Emma Junaro, Yalo Cuéllar, Wilson Molina, Orlando Andia y Edwin Castellanos, se encargaron de calificar a los concursantes y emitir su veredicto. Tras tarea difícil se premió a los ganadores, quienes cosecharon los frutos de incansables jornadas de ensayos.
EL FINAL
Finalmente, llegó lo tan esperado, la presencia de Tupay en el escenario que comenzó con una especie de medley de sus mejores canciones, seguidamente, el show se convertiría en un desborde de emociones encontradas, llenas de sorpresas, uniendo sobre las tablas a destacados músicos como Edwin Castellanos, Wilson Molina, Iver Villarroel y Facundo Alzogaray.
Sus canciones convirtieron las butacas en una pista de baile, donde el público no aguantó su emoción y bailó con las canciones nuevas y antiguas de esta agrupación, que al final se fue ovacionada del escenario, cumpliendo su objetivo de conquistar Oruro, y lo logró.