Una campana de bronce que data del siglo XVII y estaba en custodia de la parroquia de San Matías de Toropalca, en el departamento de Potosí, fue robada el 20 de junio, informó este jueves 8 de julio la encargada de la Iglesia, Melania Nava.
La campana solía estar en un templo colonial, pero una riada arrasó con la parroquia y solo quedó el pesado objeto.
“Ahora no tenemos nada en (el templo) está vacío. Antes era hermoso como la Catedral, que tenía platería y muchas cosas de valor. Ya hemos sufrido el 2010 el robo de la platería. Ahora sufrimos este robo”, señaló Nava.
Asimismo, explicó que la denuncia ya fue realizada ante el Ministerio Público, además las autoridades originarias y políticas de Toropalca están coordinando acciones para la investigación.
“Un día antes del robo, vi la campana (…) estaba ahí. Es un objeto de un peso que no puedo decir, pero no lo puede levantar una sola persona”, añadió la encargada de la parroquia.
Además, detalló que la campana tiene más de un metro de altura y calcula que se necesitan entre siete a diez personas para poder levantarla y llevársela.
Navia aseguró que lo único que encontraron fueron las huellas de un vehículo pesado. Se presume que el robo ocurrió por la noche, porque en la mañana ya no fue encontrada.
El curaca de Toropalca, Alfredo Mamani anunció que autoridades originarias están en busca del objeto y piden que el caso no quede en el olvido como ocurrió en el 2010 con el robo de la platería, reportó el diario El Potosí.
Antecedente
De acuerdo a las autoridades originarias, el templo de San Matías de Toropalca, data del siglo XVII y fue edificado por Hernán Gonzáles de la Casa y Aro, un español del pueblo de Limpias, en Toledo (España).
Según las Ordenanzas del Rey Felipe II, se obligó a los nativos a vivir en poblaciones con una plaza mayor, cabildo y otros como templos para enseñar la religión cristiana y la lengua de Castilla.
Es así como se consolidó el Templo de San Matías, el patrono de Toropalca, una comunidad fundada el 14 de mayo de 1.575.
En el siglo pasado, una granizada en el sector de Capillani provocó un turbión de agua que desbordó el defensivo, el agua afectó los ambientes del templo y las viviendas aledañas.
Tras ese desastre, el deterioro de la infraestructura se profundizó hasta que solo quedaron dos columnas.
El templo actual fue edificado en 1.962, en el lugar donde estaba un antiguo panteón español. David Blacut fue el impulsor de la obra, luego, con la llegada de cooperantes belgas, entre ellos el reverendo Santiago Mestrio, continuaron la obra.
Finalmente la médico Dia Severings se encargó de impulsar la conclusión de la obra y el equipamiento.