A raíz de una enfermedad que mantuvo en secreto hasta el último momento, la cantante, actriz y reina de la televisión italiana Raffaella Carrà perdió la vida este lunes a los 78 años, anunció su familia mediante de la agencia italiana ANSA.
La noticia que causó conmoción en Italia fue proporcionada por quien su pareja durante muchos años, Sergio Japino.
«Raffaella nos dejó. Se fue a un mundo mejor, donde su humanidad, su inconfundible risa y su extraordinario talento brillarán para siempre», anunció Japino.
Raffaella Maria Roberta Pelloni, nacida en Bolonia en 1943, más conocida como Raffaella Carrà o solamente como La Carrà, ya que a las divas les sobra con el apellido, fue actriz, cantante, bailarina y presentadora de televisión.
Se hizo muy popular entre el público español en los años setenta, cuando presentó con gran éxito varios programas de televisión. Carrà fue autora de éxitos inolvidables como Caliente, caliente o Hay que venir al Sur, las cuales marcaron a enteras generaciones.
La Carrà falleció la tarde de este lunes sin que se sepan detalles de su dolencia, la cual aparentemente desde hace un tiempo había atacado su cuerpo.
Por el momento se desconoce tanto el lugar de la muerte como los detalles de la celebración del funeral. En sus últimas voluntades, la artista pidió un simple ataúd de madera sin pulir y una urna para contener sus cenizas.
El año anterior fue un año especialmente difícil para la “musa”, quien reconoció en su última entrevista en un medio italiano que tenía mucho miedo al Covid-19, así que se había encerrado en su casa de Roma.
Uno de los grandes desafíos de Carrà, llegó cuando le ofrecieron protagonizar en la serie “El coronel Von Ryan”. Su coprotagonista era uno de los actores más seductores y poderosos de Hollywood, Frank Sinatra el hombre que con sus ojos azules y el romanticismo de sus letras cautivaba a millones y ganaba millones.
Apenas conocerla Sinatra, el seductor serial, empezó a cortejarla, pero ella le dijo un rotundo «no» al que todos le decían «sí». La artista italiana notó que Sinatra era amable con ella, pero no con los demás y por otro lado, ella no deseaba convertirse en «la chica del jefe». El camino al éxito era arduo pero Raffaella no necesitaba atajos.
La Carrà tampoco se dejó seducir por el estilo de vida en Hollywood.
“A las cinco de la tarde cerraban los estudios y todos se alcoholizaban. Me sentía una marciana, muy incómoda”, afirmó durante una entrevista.
Ignoró a los productores que le suplicaban que se quedara para convertirla en la nueva Sophia Loren o Gina Lollobrigida y volvió a su Italia, su lugar en el mundo y desde donde conquistaría al mundo.
“Ni bebo ni me drogo, por eso Hollywood no era para mí”, fue la frase que reconoció en un programa de televisión italiano.
Hoy la actriz ya descansa en paz. Nunca se hizo una cirugía y conservaba el pelazo y la misma silueta que a los 20 años. Su envidiable estado hizo que en Italia se haya popularizado la frase “nada es eterno, excepto la Carrà”.
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