Con el objetivo de llegar en buenas condiciones al reinicio del campeonato Único de la División Profesional del fútbol boliviano, los jugadores de San José prosiguen con sus entrenamientos. Sin embargo, los jugadores prefirieron no hablar de la crisis económica y administrativa que agobia a la institución “santa” y prefieren enfocarse en las prácticas.
Los futbolistas aún confían en que los compromisos se cumplirán, por ello es que no pusieron ninguna traba para realizar los entrenamientos como corresponde. Este jueves entrenaron en la cancha principal del complejo “Húngaros del 55”. El compromiso que tienen los directivos con los jugadores, es cancelarles dos meses de sueldo más el 40 por ciento del sueldo de enero de este año, 48 horas antes del reinicio del campeonato, en este caso el jueves 8 de julio.
Entre las ausencias a los entrenamientos, una de las bajas sigue siendo el argentino Cristian Díaz que aún no retorna a los entrenamientos y Kevin Fernández que se sigue recuperando del Covid-19.
En estos días, tras poner a disposición su cargo el primer vicepresidente del club, Silvio Fontana, se agudizó la crisis en el club san José, puesto que con ello queda en la nada el plazo que los mismos dirigentes se habían puesto para solucionar los problemas económicos, en este caso el 10 de julio.
Según se dijo, la determinación de Fontana, será analizada en asamblea de socios la siguiente semana. Pero ese no es el principal problema, puesto que en conferencia de prensa ofrecida por Sebastián Bueno y los demás dirigentes, solo queda señalaron que la primera opción es pagar todas las deudas a pesar que las mismas tienen observaciones e irregularidades, pero para esto se debe buscar un inversor que confié en la actual dirigencia, para lo cual se tiene un saldo de garantía de 946 mil dólares.
La segunda opción se acomoda más a la realidad del club ya que se plantea no pagar las deudas de FIFA y tratar de subsanar los problemas en el ámbito nacional, mantener el equipo que jugó en el primer semestre y sumar algunos jugadores de la Reserva y repatriar algunos futbolistas que militaron en el club en pasadas temporadas y que actualmente se tiene cuatro en carpeta.
La última posición y la más dura es la de declarar en quiebra a la institución y generar un ámbito liquidador para cancelar las deudas que se pueda, idea que no es compartida por la dirigencia, pero si propuesta por el Tribunal de Honor que basan este planteamiento en un análisis minucioso de la situación y que la misma ya es insostenible.
