Los excombatientes de la Guerra del Chaco recibirán 15.500 bolivianos como reconocimiento extraordinario, luego que el Presidente Luis Arce aprobó un decreto que establece reconocer con un monto económico a los ya mencionados.
El mandatario hizo el anuncio mediante su cuenta de Twitter en la que señala que el reconocimiento será una muestra de respeto a quienes defendieron los recursos naturales del país.
Asimismo, expresó su agradecimiento por ser héroes de Bolivia.
La Guerra del Chaco (1932-1935)
La Guerra del Chaco, que enfrentó a Paraguay y a Bolivia entre 1932 y 1935, es el más enigmático de los conflictos americanos, hasta el nombre de la “guerra” es difuso porque muchos no están seguros de su ubicación geográfica.
Sin embargo, fue el conflicto bélico de mayor envergadura en América durante el siglo XX por su duración, por la magnitud de tropas enfrentadas, por la cantidad de bajas sufridas y por los recursos empeñados que dejaron exhausta la economía de ambas naciones.
Las causas profundas devienen de la época colonial y la falta de una demarcación clara entre instituciones administrativas virreinales sobre un territorio inhóspito y deshabitado, que especialmente para Bolivia adquirió valor estratégico a partir de la pérdida de su salida al mar como consecuencia de la derrota ante Chile en la Guerra del Pacífico (1879 – 1883).
Paraguay hubiera permitido tener una salida al océano Atlántico. En este conflicto se empleó la incipiente arma aérea, se realizaron importantes movilizaciones de tropas y se desplegaron tanques, artillería, morteros, ametralladoras y fusiles como nunca se había visto en este continente.
Fuerzas enfrentadas
En el momento de la guerra, el pueblo paraguayo constituía un grupo étnico homogéneo por su acertado mestizaje hispano-guaraní.
En contraposición, el pueblo boliviano tenía una marcada diferencia entre clases sociales, su dirigencia casi no se había mezclado con los naturales del altiplano. Ambos poseían buenos soldados, rústicos y sobrios.
Sin embargo, a los habitantes de la montaña les costó adaptarse al desierto espinoso con temperaturas extremas y sin horizonte visible en la enmarañada vegetación.
Bolivia con una población aproximada a los 3.000.000 de habitantes tenía una economía fuerte basada en su riqueza minera y poseía un ejército organizado e instruido en la doctrina alemana.
Tenía material de primera línea para equipar a 50.000 hombres con aviones, con tanques, con artillería moderna; también poseía reservas instruidas, pero carecía de una conducción superior idónea.
Mientras que Paraguay con una población que no llegaba al millón de habitantes tenía una economía reducida a sus recursos agropecuarios.
Su organización militar era deficiente, al momento de iniciar la contienda escasamente podía organizar dos divisiones de 5.000 hombres con muy poco material bélico de primera línea, su sistema de movilización no estaba desarrollado convenientemente, sin embargo se había preocupado en instruir a sus oficiales superiores, quienes de forma regular se capacitaban en Europa.
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