Sin oxígeno y sin camas para internar pacientes, es el ambiente que se vive en este momento en el Hospital Obrero de la ciudad de Oruro. El Covid-19 ha convertido uno de los centros hospitalarios más importantes de la urbe en un escenario de desesperación y de caos, no solo de los asegurados, sino también del personal en salud.
La tarde del viernes, el director del Hospital Obrero, Jesús Cano durante la quinta sesión del Comité de Operaciones de Emergencia Municipal (COEM), hizo la advertencia ante las autoridades de la urbe, representantes de las instituciones y organizaciones sociales, sin embargo no se tomó apunte de algo que sería inminente, como el colapso que no tardó en llegar.
El personal en salud de dicho centro médico se movilizó ante esa situación por toda la ciudad e incluso fuera de ella con el objetivo de lograr los 110 tubos de oxígeno diario que se necesita, principalmente para los pacientes en estado crítico a causa del coronavirus, que se encuentran en la Unidad de Terapia Intensiva y terapia intermedia.
Sin embargo, la movilización no sirvió porque no se encontró oxígeno en ningún lugar, no hay para prestar y menos para vender.
Ante ese panorama adverso, esta tarde se sumó la falta de camas, los pacientes que llegan a dicho centro no pueden internarse porque ya no hay camas y muchos esperan encontrar una aguardando en los pasillos o en la puerta del Hospital Obrero. El personal médico tiene la impotencia en el alma al no poder atender como lo estaban haciendo.
Esa situación fue ratificada hace instantes por el director del Hospital, Jesús Cano quien espera un milagro para conseguir los tubos de oxígeno, ante esa situación que parece una pesadilla a consecuencia de la crisis sanitaria que vive el mundo en su conjunto a causa de esta enfermedad.
Los pacientes esperan que las autoridades del hospital como de la Caja Nacional de Salud (CNS), habiliten otros espacios y se pueda dar lugar a su internación, hicieron ese llamado para tener una oportunidad de vida.