A solicitud de la Procuraduría General del Estado, se determinó este jueves la ampliación de los delitos contra Jeanine Añez, dentro el caso del presunto “Golpe de Estado”, anunció este jueves la Fiscalía General. Resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes e incumplimiento de deberes son los delitos que se sumaron contra Añez
La Fiscalía informó que la investigación del caso debe transcurrir de acuerdo a procedimientos para comprobar los delitos recientemente incluidos al proceso de Añez.
“La Procuraduría General del Estado ha planteado la ampliación de la investigación en contra de Añez por otros tipos penales, por ello el Ministerio Público admitió esa solicitud, que forma parte de la investigación en el caso del presunto Golpe de Estado, por lo que estamos en la etapa preparatoria llevando adelante todos los requerimientos correspondientes para continuar con este proceso”, indicó el fiscal general del Estado, Juan Lanchipa.
Por su parte, la exjefe de Estado señaló que el proceso es un abuso y se trata de una persecución política por parte del Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS).
“Con relación a las cuatro proposiciones acusatorias que fueron presentadas en la Fiscalía General en contra de la expresidente, éstas están siendo procesadas, trabajadas y hemos solicitado una ampliación del plazo para la presentación de requerimiento conclusivo correspondiente”, sostuvo Lanchipa.
La exmandataria fue detenida la madrugada del sábado 13 de marzo de 2021, posteriormente fue imputada por los delitos de: Terrorismo, Sedición y Conspiración por los sucesos pos electorales de noviembre de 2019, reportó la Agencia Boliviana de Información (ABI).
HIJA DE AÑEZ
En contacto con el periódico El Deber, la hija de la exmandataria, Carolina Ribera indicó que ya pasó una semana que no puede ver a su madre porque dio positivo a Covid-19.
Durante la entrevista señaló que la “parte más fuerte de la enfermedad ya pasó” y que se encuentra estable.
Carolina relató que llama todos los días a su madre y que la expresidente se comunica a través de un teléfono público que está a disposición de las reclusas en el Centro Penitenciario Femenino de Miraflores.
«Apenas alcanzamos a que me pregunte cómo estoy, es muy poco tiempo», explicó Carolina con mucho pesar.
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