En horas recientes se concretó una parte importante de la prueba técnica con miras a reactivar el tramo ferroviario Viacha-Arica, con la llegada desde Arica a Charaña, del convoy de 422 toneladas de bobinas de acero para el mercado boliviano.
En la frontera se reunieron en un momento histórico las autoridades de la Empresa Ferroviaria Andina S.A. (FCA) y del Ferrocarril de Arica a La Paz (Fcalp), con la presencia de representantes de Empresa Portuaria Arica (EPA) y de Terminal Puerto de Arica (TPA), en el que intercambiaron locomotoras y documentación oficial, para que la carga continúe su viaje hacia La Paz.
Los ejecutivos que protagonizaron el momento fueron Cynthia Aramayo, Gerente General de FCA, Yuni Arias, gerente general de Fcalp, Rodrigo Pinto, gerente general de EPA y Gabriel Tumani, gerente general de TPA.
A las 18:30 horas del viernes, el convoy conducido por una locomotora de Fcalp y compuesto por 16 carros, llegó a la localidad fronteriza chilena de Visviri, para posteriormente entregar oficialmente la carga a FCA a las 20:15 horas, luego de concluir trámites aduaneros en dicho punto y posteriormente en la localidad de Charaña.
“Este es uno de los tramos más complejos de toda la región por las pendientes que tiene, pero como Ferroviaria Andina, hemos hecho todos los trabajos para poder cumplir la primera fase de Prueba Técnica con carga que se transportará hasta Santa Cruz. La segunda fase será cumplida cuando nuestras locomotoras regresen a este punto fronterizo con soya cruceña, que será comercializada en mercados chilenos, peruanos, ecuatorianos y colombianos. Este es un hito para Bolivia y para la economía de todos”, declaró Cynthia Aramayo, Gerente General de FCA.
El traspaso de todo el convoy fue el corolario de “un arduo trabajo de dos años, entre empresas privadas y el sector público, que podrá abrir el inicio de operaciones en un tramo que debió ser activado hace 16 años, mirando por el bien de la economía nacional”, agregó Aramayo.
El arribo del tren a Charaña fue recibido por la población con entusiasmo, encabezada por el Alcalde Orlando López. En el lugar se efectuó una ceremonia aymara de buenos augurios.
La ejecutiva de Fcalp afirmó que “para nosotros es un orgullo estar acá y poder concretar con éxito la primera parte de este histórico viaje, porque ha sido un tremendo esfuerzo del equipo de Fcalp, junto a los servicios regionales, nacionales e internacionales; sin duda que se ha logrado gracias a la disposición y la gran entrega de los que hicieron posible que este tren supere las pendientes de uno de los ferrocarriles más complejos de Sudamérica”.
El Gerente General de la EPA, señaló que “este trabajo conjunto con FCALP y con nuestro concesionario TPA comenzó hace un año, tras detectar el interés de un exportador de soya por utilizar el ferrocarril para un excedente de carga. Para construir esta prueba, hemos recibido apoyo de diversas entidades públicas chilenas, facilitando la inspección de ingreso y salida de la carga”.
Finalmente, el Alcalde López, afirmó que “para Charaña y para todos los pueblos aledaños al ramal del tren es muy importante que a mediano plazo esta actividad vuelva a retomar su curso. Son 16 años de abandono y la economía de los que menos tenemos también se reactivará”.
Esta prueba técnica busca mostrar la factibilidad del tramo para que, en el corto plazo, se implemente un régimen constante, conveniente y sostenible de movilización de carga hacia y desde el puerto de Arica, para los exportadores e importadores bolivianos, explicó la ejecutiva, agregando que este primer paso se hará con carga real y el siguiente paso será diseñar un modelo de operación sostenible.
El ferrocarril Arica – La Paz, se inauguró en 1913 y estuvo en servicio hasta el 16 de febrero de 2001, cuando parte de la vía fue destruida por una inusual crecida del río LLuta en el lado chileno.
El servicio fue repuesto en enero de 2002, pero el ferrocarril realizó muy pocos viajes a partir de entonces, debido a las dificultades financieras que tenía la empresa que lo administraba en Chile.
A consecuencia de esa situación, en noviembre de 2005, la administradora del tramo ferroviario en Chile interrumpió las operaciones de la vía por completo y en febrero del año siguiente la empresa se declaró en quiebra.