El coronavirus en la India sigue sin dar tregua y el número de fallecidos alarma. Los cuerpos de los fallecidos de Nueva Delhi son incinerados en estacionamientos de vehículos ante la saturación de crematorios. Las familias oran en silencio en el borde de la carretera, esperando el turno de la cremación de sus familiares difuntos.
“Ya perdí la cuenta”, suspira el sacerdote Sanjay, al mismo tiempo que administra los últimos sacramentos de un enésimo difunto de coronavirus.
«Comenzamos cuando sale el sol y las cremaciones continúan más allá de la medianoche», explica Sanjay reportó este martes medios locales.
Las sirenas de las ambulancias que llevan otros cuerpos no dejan de sonar, los habitantes de los edificios que rodean el crematorio soportan el olor de los cuerpos calcinados y las lamentaciones de las familias de duelo.
La gente muere en las puertas de los centros de salud o en sus hogares por falta de camas, medicamentos y oxígeno. En algunos aparcamientos la madera también está empezando a escasear y se pide a las familias que traigan su propio combustible.
En los últimos tres días, el crematorio de Seemapuri, en el Noreste de Nueva Delhi, ha organizado más de 100 funerales por día y ya no tiene espacio.
Según Jitender Singh Shanty, su crematorio ha incinerado alrededor de 600 cuerpos desde principios de mes, y las familias siguen esperando horas antes de poder realizar los últimos ritos fúnebres.
“Si la situación no mejora, podríamos tener que proceder a la cremación de la carretera ya que no tenemos espacio”, señaló.
India está experimentando el peor brote del mundo. Los casos diarios han aumentado continuamente durante los recientes diez días; en la pasada jornada reportó 352.991 nuevos casos, rompiendo otro récord de la cifra más alta en un solo día a nivel mundial.